México se puede convertir en una potencia exportadora por su red de acuerdos comerciales que llegan a más mil 200 consumidores, y así dejar de ser presa de amenazas comerciales por parte de su principal socio comercial: Estados Unidos, enfatizó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
La Coparmex, que encabeza Gustavo de Hoyos Walther, consideró necesario emprender políticas para diversificar mercados y productos, e incrementar el componente nacional de las exportaciones.
Destacó que México se ha convertido en uno de los países más abiertos a nivel internacional. Pasó de tener un solo tratado de libre comercio con dos países en 1994, a tener 11 tratados que incluyen 46 países y un mercado superior a mil 200 millones de personas.
La apertura comercial provocó que se duplicaran las exportaciones desde 1986 a la fecha. Se han incrementado las exportaciones de forma significativa, ya que en la década de los ochenta el 70 por ciento del valor de las exportaciones correspondía a productos petroleros, ahora el 88 por ciento corresponde al sector manufacturero.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ubica a México como la décimo tercera potencia exportadora y la primera de América Latina. De hecho, el País exporta el 42 por ciento del total de la región, lo que nos sitúa muy por encima de Brasil que ocupa el segundo lugar con 22 por ciento.
A pesar de esa fortaleza exportadora, México ha venido experimentado una disminución en la balanza comercial, el déficit de la cuenta corriente aumentó como porcentaje del PIB en los últimos años, pasó de 0.5 por ciento en el años 2010 a 1.7 por ciento en 2016.
La Coparmex enfatizó que las recientes amenazas de Estados Unidos de imponer de forma súbita medidas arancelarias a México, y la vulnerabilidad que se hizo manifiesta para el país, reafirman la necesidad de diversificar los mercados.
Para avanzar en la diversificación de mercados se debe generar certidumbre a la inversión exportadora con esquemas estables en el ambiente impositivo.
Asimismo, fortalecer agrupamientos industriales mediante los clústers, especialmente en los sectores donde las empresas mexicanas han demostrado gran competitividad internacional, tales como el automotriz, de autopartes, aeronáutico, electrónico y agroindustrial.
También es importante incrementar la integración nacional. En algunos sectores el valor agregado mexicano se reduce a la mano de obra. A nivel nacional, debería de pasarse del 45 por ciento promedio actual a un 50 por ciento.
Se deben desarrollar opciones de desarrollo de calidad y fortalecimiento financiero, específicamente diseñados para que las pequeñas y medianas empresas puedan convertirse en proveedores de las empresas altamente exportadoras.
En paralelo al desarrollo exportador del país, varias regiones han desarrollado gran competitividad y especialización en determinadas industrias y sectores.
Un ejemplo de esfuerzo de integración subnacional es la Alianza Centro Bajío Occidente (ACBO) conformada por los Estados de Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Querétaro y San Luis Potosí que con innegables fortalezas, se propone alcanzar el liderazgo como la región más competitiva de Latinoamérica.
Por otro lado, debería de preservarse o evolucionarse, pero no eliminarse sin un fundamento claro para ello, el programa de Zonas Económicas Especiales (ZEE), que se diseñó en el sexenio pasado.
Además, se debe fortalecer la infraestructura logística para mayor competitividad internacional.
Otro aspecto fundamental es el financiamiento para participar con éxito en el ámbito exportador. Se requiere de un organismo que apoye el comercio exterior, especialmente para la mediana y pequeña empresa (pyme), así como la promoción internacional.
ZEE“En Coparmex estamos convencidos del potencial económico y exportador de México. Con nuestras empresas y de la mano con la autoridades, estamos listos para apoyar y ser actores del desarrollo pleno de las capacidades de nuestro país”, concluyó el organismo patronal.