El peso cerró la semana con una depreciación de 1.39 por ciento o 26.5 centavos, cotizó 19.31 pesos por dólar, tocó un máximo de 19.3730 pesos, nivel que se vivió por amenazas arancelarias de Trump a México.
Cabe señalar que esta es la mayor depreciación semanal del peso desde la última semana de Mayo, cuando Trump amenazó con imponer aranceles a las importaciones provenientes de México.
La depreciación del peso fue producto de que la Reserva Federal fue menos acomodaticia de lo esperado en su postura de política monetaria.
En la sesión del miércoles, luego de que la Reserva Federal anunciara un recorte a la tasa de interés de referencia de 25 puntos base, el presidente de la Fed, Jerome Powell, señaló en conferencia que, aunque podría haber otros recortes a la tasa, no se trata del inicio de un largo ciclo de recortes a la tasa de interés. Asimismo, varios participantes del mercado anticipaban un recorte a la tasa de 50 puntos base, lo cual no sucedió.
También afectó al peso que la nómina no agrícola mostró la creación de 164 mil posiciones laborales, dato que se ubicó cerca de las expectativas del mercado y que es señal de fortaleza del mercado laboral.
La tasa de desempleo se mantuvo en 3.7 por ciento, mientras que los salarios promedio por hora crecieron a una tasa mensual de 0.3 por ciento, también por arriba de lo esperado.
Debido a que el crecimiento sostenido del empleo y de los salarios son argumentos en contra de seguir recortando la tasa de interés, el tipo de cambio alcanzó momentáneamente su nivel máximo en la semana de 19.3730 pesos por dólar.
Se elevó la aversión al riesgo en los mercados financieros globales, luego de que Trump anunciara que a partir del 01 de Septiembre entrará en vigor un arancel de 10 por ciento sobre 300 mil millones de dólares de importaciones de bienes provenientes de China.
El saldo de la guerra comercial durante el primer semestre de 2019 fue que las exportaciones de bienes de Estados Unidos hacia China cayeron 12.4 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, su peor retroceso desde 2009. Por su parte, las importaciones han caído 18.9 por ciento.
El peso mexicano sigue vulnerable a la especulación debido a las expectativas económicas desfavorables para México.
A media semana, se dio a conocer que la economía mexicana creció a una tasa trimestral de 0.1 por ciento durante el segundo trimestre, evitando que se confirmara una recesión técnica de acuerdo a las cifras oportunas. No obstante, se trata del tercer trimestre consecutivo que el PIB muestra un crecimiento trimestral cercano a cero, por lo que un ajuste moderado a la baja en su revisión final podría ubicarlo en terreno negativo.
Con respecto a la situación de la economía mexicana, al cierre de la semana se dio a conocer el sistema de indicadores cíclicos para Mayo, en donde, de acuerdo al enfoque clásico, se observó una disminución del índice de 1.5 puntos durante dicho mes, la mayor para un mes desde Abril de 2013.
El indicador acumuló 8 meses por debajo del último máximo en Septiembre de 2018. Para clasificar una fase del ciclo como recesiva, se requiere que el indicador coincidente se ubique al menos 6 meses consecutivos por debajo del máximo de referencia, número que ya ha sido excedido.
En la semana, el tipo de cambio alcanzó un mínimo de 18.9507 y un máximo de 19.3730 pesos por dólar.
El euro-peso alcanzó un mínimo de 21.0601 y un máximo de 21.5061 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta, mientras que el euro tocó un mínimo de 1.1027 y un máximo de 1.1162 dólares por euro.
Gabriela Siller
Director de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE