Las políticas públicas de la administración del gobierno del presidente López Obrador no reflejan un modelo de desarrollo articulado y han fracaso en la lucha contra la corrupción, hasta el momento, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
“Un común denominador de esta administración han sido las declaraciones y acciones confusas y las señales negativas que han generado un ambiente de elevada tensión e incertidumbre”, aseguró el sector privado.
Agregó que ante un deficiente manejo de la pandemia del Covid-19, los signos vitales de la economía, que ya eran débiles antes de la contingencia sanitaria, están en franco deterioro.
La caída anual de la inversión privada en el primer trimestre del 2020 alcanzó 9.8 por ciento, la más pronunciada desde la crisis de 2009 y acumuló seis trimestres consecutivos con reducciones anuales.
En Abril el índice de la inversión fija bruta se desplomó a una tasa anual de 37.1por ciento, lo que no sucedía desde 1995.
El indicador de consumo privado en el mercado interno se contrajo a una tasa anual de 22.3 por ciento en Abril, su mayor baja desde que se inició la publicación de este indicador en 1993.
Prevé el sector privado que el crecimiento potencial de la economía se reduzca a consecuencia de la profundidad de esta crisis, lo que impedirá una recuperación pronta y significativa.
“Cada vez se ve más factible que para el 2024 no se alcance a recuperar el nivel del PIB del 2018”, advirtió el CEESP.
Para el 2021 se anticipa un repunte de la actividad económica que, como ya se señaló en este espacio, responderá principalmente a un efecto prácticamente automático, de “rebote”, y no a una mejora estructural duradera en la actividad productiva, explicó el sector privado.
“Sin un proyecto o conjunto de políticas y medidas congruentes que generen certidumbre y confianza para la inversión y el consumo, será difícil retomar una tasa de crecimiento al menos similar a la observada antes del comienzo de esta administración”.
Esta administración adolece de falta de reglas claras y ausencia de estado de derecho, y con violencia e impunidad, es muy factible que al concluir este sexenio se hayan agudizado la mayoría de los problemas que aquejaban al país en 2018.
De acuerdo con el Reporte de Competitividad Global, el elevado nivel de corrupción que llevó al gobierno de Peña Nieto a ocupar la posición 113 de un universo de 140 países en el último año de su gobierno, ya fue superado en el primer año de esta administración al ubicarse en el lugar 116.
”La situación del país es mala y su expectativa es cada vez peor sin una política económica adecuada y eficiente. Al parecer la prioridad del Gobierno Federal es mantener su fuerza política a través de anuncios sobre su empatía con la población de menores ingresos, en los que confirma la permanencia de sus programas asistenciales”.
El CEESP consideró que se debe ofrecer una corrección a las políticas económicas y de salud para alcanzar mejores resultados que los alcanzados hasta ahora.