Restauranteros, banqueros y desarrolladores inmobiliarios coincidieron en que un nuevo cierre por semáforo epidemiológico rojo sería catastrófico para los sectores al aumentar el cierre de negocios, pérdida de empleos, y nuevas reestructuras en créditos y pagos de rentas.
El presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI), Enrique Téllez Kuenzler, señaló que este año la inversión en el sector se contrajo en un rango de 20 a 25 por ciento de los 100 mil millones de pesos (mdp) por la epidemia del Covid-19.
Además, agregó que se estima una pérdida de unos 120 mdp en las rentas por las medidas restrictivas en las actividades comerciales. Consideró que una vuelta al semáforo rojo sería de consecuencias fatales para el sector y destacó que no hay que bajar los brazos a pesar de que se tengan vacunas y se apliquen.
Puntualizó que este procedimiento de vacunación podría llevar de 6 a 12 meses. El secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, informó que en Diciembre llegarán unas 250 mil vacunas de Pfzier.
Por su parte, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, adelantó que el próximo martes en su conferencia matutina se darán a conocer los detalles de la campaña de vacunación contra el Covid-19.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), Francisco Fernández, enfatizó que su sector realiza compras anuales por 100 mil mdp y ofrece empleo directo a 2 millones 100 mil personas, de los que se han perdido 400 mil por la crisis sanitaria y financiera.
Detalló que algunos restaurantes se han visto en la necesidad de recortar su personal porque tenían servicio de comida y cena y ahora con las nuevas medidas sólo quedan las comidas y con capacidad restringida al 30 por ciento.
Enfatizó que en ningún restaurante se han registrado contagios de SARS-CoV-2, ya que se han realizado las inversiones necesarias en tapetes, cubrebocas y gel antibacterial.
El director de banca empresarial de Mifel, Manuel Montellano, señaló que a la fecha se han realizado reestructuraciones en las obligaciones financieras de sus clientes, pero con un cierre por semáforo rojo “nos obligaría a reestructurar nuevamente” por las condiciones financieras que se presentarían.
Finalmente, apuntó que “los bancos si damos crédito, estamos abiertos, pero con sus adecuadas garantías”.