El discurso optimista del gobierno federal sobre la recuperación de la crisis Covid se basa en programas sociales y obras de infraestructura que tienen objetivos político-electorales, afirmó el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que el discurso de las autoridades apunta a una buena marcha económica por la estrategia instrumentada por la administración López Obrador
“No obstante, conviene subrayar que tanto los programas sociales como los proyectos de inversión señalados parecen tener más bien un objetivo político-clientelar con visión al proceso electoral de 2021, así como reflejar convicciones ideológicas”.
Destacó que el discurso gubernamental ha sido muy eficaz para mantener la aceptación del gobierno, o al menos del Presidente, de una buena parte de la población.
La información más reciente del negi señaló que el PIB acumuló una caída anual de 9.6 por ciento en los primeros nueve meses del año, el mayor descenso desde la década de los 30 (cuando la información estadística no era tan confiable), enfatizó el CEESP.
Después de la reapertura de la actividad económica tras la terminación del confinamiento sanitario se comenzó a percibir una mejora paulatina en materia de empleo y consumo, pero esto refleja principalmente el efecto de la reapertura, no implica un proceso de recuperación sólida, explicó el sector privado.
“Claramente la situación de la economía dista de ser buena, como lo perciben y han difundido las autoridades. Menos favorables aún son sus expectativas cuando no existe ni el compromiso ni las herramientas necesarias para mitigar los efectos de la pandemia e impulsar un mayor ritmo de crecimiento que contribuya a revertir todos los resultados negativos que se mencionaron”, enfatizó el CEESP.
Agregó que hasta ahora no se advierten las condiciones favorables para una recuperación sólida de la economía en el corto plazo. Por lo pronto, se prevé que el avance de la actividad productiva será inercial.
“La visión del gobierno no responde a la realidad y esa puede ser la razón de las autoridades para no contemplar políticas de apoyo a los ingresos de trabajadores y de respiro temporal a las empresas, al no considerarlas necesarias”.
Las propuestas del gobierno pueden considerarse de efectividad dudosa, por decir lo menos, si consideramos que en su mayoría el análisis técnico muestra otra visión.
Asimismo, los proyectos de infraestructura emblemáticos del gobierno carecen del análisis de costo beneficio que demuestre su rentabilidad económica-social, como lo manda la ley de presupuesto.
“Sin embargo, todo indica que con estos programas y proyectos se mantiene el apoyo de la base electoral del partido del gobierno”, reiteró el sector privado.
En este contexto conviene preguntarse hasta qué punto el país está en camino al populismo. Diversas opiniones expresan que lo antes señalado, entre otras cosas, refleja el populismo del gobierno actual.
“El populismo utiliza diversas estrategias para convencer a los ciudadanos de que sus acciones están encaminadas a defender los intereses del pueblo, de las mayorías y a los más desprotegidos económicamente”.
El discurso triunfalista eficaz, la ayuda económica a través de los programas sociales y la confusión provista por los efectos del Covid-19 han funcionado en favor del régimen, pero la realidad económica es distinta y poco alentadora.
El CEESP concluyó que dichas estrategias conllevarán costos que pueden poner en riesgo la gobernabilidad y hasta la paz social.