El Banco Mundial (BM) prevé un crecimiento económico mundial de 4.0 por ciento y para México de 3.7 por ciento, siempre y cuando la distribución de las vacunas Covid se tenga a lo largo del año, de acuerdo con el informe Perspectivas económicas mundiales.
El organismo multilateral puntualizó que existe la posibilidad de una recuperación moderada, a menos que los encargados de la formulación de políticas actúen con decisión para controlar la pandemia y apliquen reformas que aumenten las inversiones.
Afirmó el BM que la economía mundial está creciendo después de una contracción de 4.3 por ciento en 2020.
Las principales prioridades políticas a corto plazo son el control de la pandemia y la garantía de una distribución rápida y amplia de las vacunas. Para apoyar la recuperación económica, las autoridades también tienen que facilitar un ciclo de reinversión destinado a lograr un crecimiento sostenible que dependa menos de la deuda pública.
“Si bien la economía mundial parece haber entrado en una recuperación moderada, los encargados de la formulación de políticas enfrentan enormes desafíos: en materia de salud pública, gestión de la deuda, políticas presupuestarias, banca central y reformas estructurales, al tratar de asegurar que esta recuperación mundial, aún frágil, cobre impulso y siente las bases de un crecimiento robusto”, afirmó David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.
Para superar los impactos de la pandemia y contrarrestar los factores adversos que afectan las inversiones, es necesario dar un gran impulso a la mejora del entorno empresarial, aumentar la flexibilidad del mercado laboral y de productos, y reforzar la transparencia y la gobernanza, enfatizó el presidente del BM.
Se estima que el colapso de la actividad económica mundial en 2020 ha sido ligeramente menos grave de lo que en un principio se había proyectado, debido principalmente a que la contracción de las economías avanzadas ha sido menos pronunciada de lo previsto, y a que la recuperación en China ha sido más sólida de lo anticipado.
En cambio, las perturbaciones de la actividad en la mayoría de los demás mercados emergentes y economías en desarrollo fueron más graves de lo esperado.
“También será necesario abordar las fragilidades financieras de muchos de esos países, ya que la crisis del crecimiento afecta a los presupuestos de los hogares y los balances de las empresas vulnerables”, declaró Carmen Reinhart, vicepresidenta y primera economista del Grupo Banco Mundial.
En un escenario negativo, en el que los contagios sigan aumentando y se retrase la distribución de las vacunas, la expansión mundial podría limitarse a 1.6 por ciento en 2021.
En el caso de un escenario optimista, con un control exitoso de la pandemia y un proceso de vacunación más rápido, el crecimiento mundial podría acelerarse hasta casi el 5 por ciento.
Se prevé que el PIB de Estados Unidos se expandirá un 3.5 por ciento en 2021, después de una contracción estimada del 3.6 por ciento en 2020.
El BM publicó que el repunte del crecimiento en México se basa principalmente en mayores exportaciones a medida que la economía de Estados Unidos se recupera y la incertidumbre de la política comercial se desvanece después de que el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá entró en vigor en Julio de 2020.
“El crecimiento porcentual en 2021 es insuficiente para revertir las pérdidas de producción del año pasado y está siendo frenado por factores que incluyen la consolidación fiscal planificada y la debilidad de la inversión desde hace mucho tiempo”, explicó el BM.
Además, se proyecta que el crecimiento se desacelerará al 2.6 por ciento en 2022 a medida que el crecimiento de la demanda externa se debilite y el impulso a la actividad económica debido a las mejoras del mercado laboral comience a desvanecerse.
En la zona del euro, se prevé que la producción crezca este año un 3.6 por ciento, después de un descenso de 7.4 por ciento en 2020.
La actividad en Japón, que se redujo en un 5.3 por ciento en el año que acaba de terminar, y se prevé que crezca un 2.5 por ciento en 2021.
Se prevé que el PIB agregado de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, incluida China, crezca un 5 % en 2021, después de una contracción del 2.6 % en 2020.
Se espera que la economía de China se expanda en un 7.9 por ciento. Los mercados emergentes y las economías en desarrollo se expandirán un 3.4 por ciento en 2021. En el año que terminó presentaron una contracción del 5 por ciento en 2020.
En las economías de ingreso bajo, se prevé que la actividad aumente un 3.3 por ciento en 2021, después de una contracción del 0.9 por ciento en 2020.
En los capítulos analíticos del último informe Perspectivas económicas mundiales se examina la forma en que la pandemia ha amplificado los riesgos en torno a la acumulación de deuda; la forma en que podría frenar el crecimiento a largo plazo si no se adoptan medidas de reforma concertadas; y los riesgos asociados a la utilización de programas de compra de activos como instrumento de política monetaria en los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
El documento indicó que las autoridades responsables de las políticas económicas deben continuar con la recuperación, y pasar gradualmente del apoyo a los ingresos a las políticas de fomento del crecimiento.
A largo plazo, en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, las políticas para mejorar los servicios de salud y educación, la infraestructura digital, la resiliencia al clima y las prácticas empresariales y de gobernanza ayudarán a mitigar los daños económicos causados por la pandemia, reducir la pobreza y fomentar la prosperidad compartida.
En el contexto de una situación fiscal débil y una deuda elevada son particularmente importantes las reformas institucionales para estimular el crecimiento orgánico.