Legalizar “autos chocolate” sería un duro golpe para la venta de autos nuevos en el país y provocaría una disminución en la recaudación tributaria del país, afirmó el sector patronal.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en una gira por el norte del país el pasado fin de semana ofreció regularizar los autos importados ilegalmente de Estados Unidos para apoyar la movilidad de las personas más necesitadas.
Este ofrecimiento presidencial es considerado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) como un “premio a la ilegalidad”, además de distorsionar la economía, provocar pérdida de empleos, deteriorar la confianza en la inversión y mermar la recaudación de impuestos.
Coparmex solicitó a las autoridades que sean las primeras en respetar y hacer respetar la ley y las medidas regulatorias que este mismo gobierno ha emitido.
Advirtió que en caso de legalizarse los autos chocolate se afectaría la venta de autos nuevos en una caída de ventas del 39 por ciento, en un mercado que presentó una comercialización de nuevas unidades en Mayo de 428 mil 312.
Se prevé que este año se vendan un millón 700 mil autos nuevos, es decir, 663 mil nuevas unidades con respecto al pronóstico de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Otro efecto nocivo que advierte el sector patronal es una menor recaudación de IVA e ISR ante los recortes en la producción que tendrían que hacer por una menor demanda de autos nacionales; y una contracción en la captación del ISAN, que es un impuesto que los compradores de vehículos nuevos pagan, que el año pasado fue de 11 mil millones de pesos (mdp).
Finalmente, advirtió que muchos de los 2 millones de empleos vinculados al sector podrían verse afectados por esta medida de regularizar autos chocolate.
Legalizar «autos chocolate» provocaría casi 40% de menor venta
