La agencia calificadora Fitch Ratings mantuvo la calificación de México BBB- estable por su marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas, así como una deuda pública estable proyectada en niveles por debajo de la mediana de la calificación ‘BBB’.
La perspectiva estable está respaldada por el desempeño relativamente sólido de las finanzas públicas, a pesar de los desafíos a mediano plazo. Porque considera que la credibilidad de la política macroeconómica posee fortaleza y se manifiesta un respaldo a la confianza del sector privado a pesar de las continuas intervenciones de política microeconómica y los desafíos de gobernabilidad.
Las finanzas públicas de México superan las calificaciones y sus pares regionales. El modesto apoyo fiscal por encima de la línea durante la pandemia ha resultado en déficits fiscales estrechos y un aumento menor de la relación deuda / PIB en comparación con la mayoría de los demás países con calificación ‘BBB’ .
Sin embargo, en opinión de Fitch, el impulso fiscal limitado probablemente resultará en costos sociales más altos en índices de pobreza y subempleo más altos, lo que aumentará el riesgo de cicatrices económicas y afectará el potencial de crecimiento futuro.
Fitch anticipa déficits del gobierno general de 2.5 por ciento del PIB en 2021 y 2.3 por ciento en 2022, desde 2.4 por ciento en 2020.
Los bajos ingresos del gobierno, junto con el rápido aumento de los costos de las pensiones, indican una reducción del espacio fiscal a mediano plazo, advirtió Fitch Ratings.
Además, los fondos como el FEIP, Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, aunque no se agotan por completo, ya no están disponibles para compensar las pérdidas materiales de ingresos.
La agencia enfatizó que la política fiscal sigue coherente con una relación deuda / PIB relativamente estable.
Fitch proyecta que la deuda del gobierno general se mantendrá alrededor del 48 por ciento del PIB hasta 2023, antes de reanudar un aumento gradual al final de su horizonte de pronóstico de 5 años, aunque permaneciendo por debajo de la mediana prevista de la categoría de calificación ‘BBB’ de 2022 de 54 por ciento.
La calificadora ve la deuda de la petrolera estatal Pemex, equivalente al 9 por ciento del PIB como un pasivo contingente del soberano y espera que el gobierno federal continúe con el apoyo financiero a PEMEX (BB- / Stable) ya que una prioridad de esta administración ha sido fortalecer el papel de las empresas estatales de energía de México.
Indicó que en el presupuesto de 2022 se reduce el impuesto a la participación en las utilidades de PEMEX (DUC, derecho de utilidad compartida) de 54 por ciento a 40 por ciento, lo que reduce la carga tributaria de Pemex en aproximadamente 80 mil millones de pesos (0.3 por ciento del PIB).
Fitch Ratings espera un crecimiento del PIB real del 5.9 por ciento en 2021 y del 2,8 por ciento en 2022 porque hay una recuperación económica en marcha, aunque a velocidades divergentes y los datos recientes señalan la fragilidad de las perspectivas de recuperación.
El crecimiento a mediano plazo posterior a la pandemia, que la calificadora estima lo coloca en 2 por ciento, continúa viéndose obstaculizado principalmente por la inquietud por las inversiones debido al ruido político, la calidad deficiente de la gobernanza y el bajo crecimiento de la productividad, concluyó Fitch Ratings.