La deuda de largo plazo en moneda extranjera de México mantuvo la calificación BBB- con perspectiva estable por su prudencia fiscal, su macroeconomía estable con capacidad para absorber choques externos, por lo que no se prevén cambios en los siguientes 12 a 18 meses por parte de la agencia calificadora Fitch Ratings.
La calificadora mencionó que la calificación se encuentra limitada por débiles indicadores de gobernabilidad, un historial de desempeño moderado de crecimiento a largo plazo y riesgos fiscales relacionados con pasivos contingentes de Petróleos Mexicanos (Pemex)y creciente rigidez presupuestaria.
Detalló que la administración Sheinbaum Pardo entrante heredará un déficit fiscal significativo causado por el aumento del gasto social y los mayores costos de endeudamiento.
“Anticipamos un déficit del gobierno general del 5.4 por ciento del PIB en 2024 y del 4.0 por ciento en 2025, frente al 3.6 por ciento en 2023 y un promedio del 2 por ciento del PIB durante 2015-2019”.
Fitch Ratings
Anticipó que la deuda pública aumentará al 49 por ciento del PIB en 2024 desde el 46 por ciento en 2023, aunque se mantendrá muy por debajo de la mediana ‘BBB’ del 55 por ciento. Sus proyecciones de la calificadora indican un aumento gradual a medio plazo hasta el 52.8 por ciento en 2026.
Sobre la petrolera estatal indicó que seguirá un apoyo financiero inquebrantable por parte del gobierno que se incluirá en ejercicios presupuestarios posteriores, aunque el gobierno entrante no ha indicado claramente sus planes al respecto, especifició.
La calificación de México está respaldada por un marco de política macroeconómica prudente, finanzas externas estables y sólidas y una relación deuda pública/PIB ante lo que adelanta no espera movimientos en la calificación durante los próximos 12 a 18 meses.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destacó que 7 agencias calificadoras han ratificado la calificación crediticia de México en el año con una perspectiva estable.
