Los pequeños comerciantes rechazan la Ley Seca del próximo fin de semana por la elección judicial del 01 de Junio, ya que merma sus ventas hasta en un 40 por ciento de sus ingresos.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) argumenta que la prohibición golpea duro el ingreso de los pequeños comercios que tienen venta de alcohol, que representa entre el 30 a 40 por ciento del total de sus ingresos, al resultar vedados estos productos por la Ley Seca.
“La rutina dominical durante las elecciones en nuestro país es clara: te despiertas tarde, desayunas, vas a votar, descansas, más tarde se convive en familia y quienes optan por ello, tienen un consumo moderado. El domingo no es un día de excesos; por ello, imponer una Ley Seca no sólo es innecesario sino contraproducente porque distorsiona los hábitos regulares, incentiva el consumo excesivo y finalmente termina por desalentar la participación ciudadana. Hacemos un llamado respetuoso a las autoridades de los 3 niveles de gobierno para cancelar esta medida”.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC
Además, la prohibición genera ventas por debajo del agua a precios más altos, lo que afecta la economía de los consumidores y se induce a muchas personas a comprar en el mercado informal.
El anuncio de la prohibición genera compras de pánico anticipadas y promueve un consumo excesivo; esto provoca un patrón de consumo atípico que incrementa los riesgos para la salud y la seguridad pública; peor aún, una mayor abstención electoral por la resaca del día siguiente.
La ANPEC sostiene que cualquier forma de prohibición opera en sentido inverso, termina como una medida que desregula la actividad comercial y afecta negativamente al mercado de consumo.
En México, existe ya una conciencia colectiva sobre el consumo responsable, con horarios regulados de venta aceptados socialmente (de lunes a sábado y domingo hasta las 2 P.M.). ¿Por qué alterar una dinámica que funciona muy bien?
La Ley Seca no ha demostrado ser una herramienta eficaz para fomentar la participación electoral, en cambio, sí perjudica al comercio formal, alienta prácticas ilegales y genera efectos adversos en la ciudadanía, por ello, se considera una medida injustificada.