La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) advierte que la reforma eléctrica propuesta por el Ejecutivo Federal pone en riesgo la posición destacada que ha logrado esta industria y las futuras inversiones para la producción de los vehículos del futuro.

La industria automotriz en México reconoce que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y su marco normativo tienen áreas de mejora que podrían solucionarse con una modificación legislativa secundaria.

«Celebramos el compromiso del Estado en mejorar y adaptarse a las necesidades de la ciudadanía; sin embargo, rechazamos por las razones antes expuestas la iniciativa de reforma constitucional en cuestión y solicitamos a las autoridades considerar los efectos negativos que ésta traería al medio ambiente, la inversión y por ende, a México».

JOSÉ ZOZAYA, PRESIDENTE AMIA

La AMIA expone las desventajas que tendría la iniciativa de reforma constitucional propuesta por el Ejecutivo Federal debido a los efectos negativos que ésta puede traer para la planta productiva de la industria automotriz mexicana y los compromisos internacionales suscritos por México en acuerdos como el T-MEC y el Acuerdo de París, entre otros.

Expone que limitar la participación privada genera preocupación ante la falta de financiamiento disponible, infraestructura y generación de energía eléctrica limpia que permitan atender el incremento en la demanda en el futuro cercano, tanto por la inercia económica existente como por los compromisos planteados con anterioridad.

Advierte que se podría incrementar hasta el 31 por ciento el costo de producción de energía eléctrica por el uso combustibles fósiles.

Agregó que eliminar los Certificados de Energías Limpias (CEL’s) impediría a las empresas acreditar el uso de energías renovables, lo cual, a su vez, repercutiría en el cumplimiento de las obligaciones país de los corporativos y las contribuciones país en torno a los compromisos de descarbonización derivados de los acuerdos internacionales suscritos por México, como el Acuerdo de París, la Agenda 2030 y la COP 26.

La industria automotriz se encuentra en un proceso de transformación global acelerado que cambiará la forma en que entendemos la movilidad actualmente y que demandará cambios profundos en la forma misma en la que los vehículos son producidos.

Además, alerta que al no promover energías renovables, las exportaciones mexicanas podrían estar sujetas a represalias comerciales, como impuestos al carbono a manufacturas y restar atractivo como destino de inversiones.

La energía eléctrica, su garantía de capacidad, y la forma en que se produce será uno de los elementos más importantes para definir el destino de dónde se producirán los vehículos del futuro.

México se ha ganado una posición privilegiada en el contexto global de la industria, ¡no la pongamos en riesgo!

Para que la industria automotriz establecida en México siga competitiva es indispensable asegurar el acceso a energías limpias, a precios competitivos y abastecimiento suficiente, concluyó la AMIA.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...