El Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el corto plazo ataca algunas deficiencias en la empresa productiva del Estado como una mayor producción de la plataforma petrolera, pero para avanzar de manera firme en la situación financiera y extractiva se requiere de aliados privados, aseguró el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que “Plan de negocios de Petróleos Mexicanos y sus empresas productivas subsidiarias 2019-2023” planea resolver desafíos como el aumento de la producción de crudo y sus reservas, detener el endeudamiento y mejorar su balance financiero.

Pero “se concluye que no ataca con la suficiente fuerza problemas evidentes de la empresa; que, si bien si provee un bienvenido respiro en el corto plazo y tranquiliza el clima de aprensión respecto las acciones de la empresa, el plan implica una fuerte presión sobre las finanzas públicas en los próximos años”, advirtió.

Detalló que los recursos que el gobierno planea aplicar en el rescate de Pemex son cuantiosos: 111 mil millones de pesos (mmdp) en 2020 (66 mmp en aportaciones al capital y 45 en reducción de impuestos), 121 mmp en 2021 (38 mmdp en aportaciones y 83 en menores impuestos) y 37 mmdp de aportación en 2022.

Los recursos equivalen aproximadamente a 5mil 800 millones de dólares (mmdd) en 2020, 6.4 mmdd en 2021 y 1.9 mmdd en 2022. Un total de unos 14.1 mmdd en los tres años.

Apuntó el CEESP que el gobierno para mantener el superávit primario de 1 por ciento del PIB programado para este año y planeado para 2020 de 1.3 por ciento, se deberán compensar esos recursos que ahora se irán a Pemex mediante mayores ingresos o menor gasto en otras áreas.

El gobierno ha expresado que el costo de los recursos dirigidos a Pemex, vía inyecciones de capital y alivio de la carga fiscal serán compensados por ahorros derivados de la ley de austeridad que fue devuelta por el senado a la cámara de diputados con un par de observaciones y por mayor recaudación fiscal.

“Pero la verdad es que se ve muy difícil que la compensación por esas vías sea muy significativa, sobre todo si se considera que hay otras caídas de ingresos que de hecho ya hay que compensar”, puntualizó el CEESP.

Además, dado que el crecimiento de este año seguramente será menor al anticipado en los precriterios, la reducción en el gasto deberá ser mayor de 0.64 por ciento del PIB suponiendo que la economía crecerá 1 por ciento en 2019.

Para el año que entra, las perspectivas no apuntan a un crecimiento mucho mayor que el actual, y sin embargo habrá que traspasar a Pemex recursos por alrededor de otro 0.4 o 0.5 por ciento del PIB, es decir, mantener el superávit primario actual implicará una contracción del gasto en adicionalmente 0.4 puntos porcentuales del PIB.

El CEESP advierte que la “astringencia presupuestal observados recientemente, no parece recomendable y es más bien riesgoso imponer una presión adicional a las mismas para rescatar a Pemex, cuando puede evitarse mediante una participación del capital privado en la producción petrolera y liberar recursos presupuestales para cumplir con los programas y proyectos de inversión pública que requiere el país”.

Se contempla que las necesidades de recursos para elevar la producción y las reservas petroleras se sitúan en alrededor de 15 mmdd anuales por varios años, cifra muy superior a los 14,118 mmdd para los próximos tres años contemplados en el plan.

El CEESP indicó que bajo el enfoque del plan anunciado se requeriría un apoyo mayor y más duradero, que exigiría recursos con los que el gobierno no cuenta.  “Por lo tanto, es necesario poner en marcha un plan para atraer inversión privada de manera más agresiva. En este contexto, la estrategia de farmouts, iniciada en años recientes es la adecuada”.

Finalmente, consideró que con esta estrategia el país y Pemex se beneficiarían de la diversificación del riesgo exploratorio y de elevados niveles de inversión, ya que se extendería a aguas profundas. Además, la inversión privada tendría un efecto inmediato de demanda agregada y crecimiento.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...