Una alta competencia obliga a las empresas a innovar mediante el uso de las tecnologías para satisfacer las demandas que demanda el mercado y así evitar una mediocridad resiliente al incrementar la inversión en investigación y desarrollo, destacó el Banco Mundial (BM).
Para ndestacar en el ambiente empresarial la innovación debe ser considerada un pilar del crecimiento que requerirá una actitud abierta hacia la economía global, emprendedores capaces de reconocer oportunidades y aprovecharlas, y un sistema financiero que permita diversificar el riesgo, aseguran expertos del Banco Mundial.
“El despegue de América Latina no depende de un solo sector o de la creación de nuevas industrias, sino de mejorar la eficiencia en distintas dimensiones. Esto requiere aumentar la demanda de innovación, fortalecer el capital humano y mejorar la calidad del apoyo que reciben las empresas”.
Marcela Meléndez, economista en jefe adjunta para la región del Banco Mundial.
Los datos lo confirman que la inversión en investigación y desarrollo en la región es de sólo el 0.62 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cifra 4 veces menor que el promedio global.
Crecimiento
La tasa de ganancia respecto a la inversión en el tiempo, es de alrededor del 55 por ciento en Estados Unidos, pero en países de la región podría ser aún mucho más alta. Sin embargo, pese a este alto retorno, los casos de éxito en América Latina, son escasos.
El Banco Mundial señaló que en países como Reino Unido y Francia, las firmas enfrentan un mercado más competitivo, la mitad de las empresas optan por innovar, mientras que en México menos de la mitad se embarcan en este objetivo.
Las diferencias entre las empresas de AL y economías avanzadas, de acuerdo con simulaciones realizadas por el equipo del Banco Mundial sugieren que el 83 por ciento de la divergencia entre países como Japón, Suecia o España puede explicarse por la adopción lenta y parcial de nuevas tecnologías.
La clave para el crecimiento de América Latina no está solo en qué se produce, sino en cómo se produce, la innovación requiere valentía, inversión y un ecosistema que premie la transformación, este enfoque permite crear empresas competitivas para que puedan integrarse o competir a nivel global, enfatizó Banco Mundial.
Finalmente, su publicación La paradoja de la innovación en América Latina prevé que la región crezca un 2.6 por ciento este año, entre las tasas más bajas del mundo, lo que pone de relieve los persistentes problemas estructurales que, a su vez, elevan las barreras a la innovación, destacó el Banco Mundial.