El apoyo del Gobierno Federal a Petróleos Mexicanos (PEMEX) está lejos de ser una “bala de plata”; se trata de esfuerzos que se quedan cortos para mejorar significativamente la situación financiera de la Empresa Productiva del Estado (EPE), consideraron analistas de Citibanamex.
Al referir las medidas anunciadas la noche del lunes por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para apoyar a PEMEX, agregaron que dado el papel central que esta petrolera tiene en las preocupaciones de los inversionistas, “los intentos por parte del Gobierno Federal para apoyar a la compañía representan un bienvenido esfuerzo para mejorar la narrativa sobre México.
“Sin embargo, desde nuestra perspectiva estos esfuerzos se quedan cortos para mejorar significativamente la situación financiera de PEMEX. Así, consideramos que las medidas anunciadas son el fin del principio, y no el principio del final”, destacaron los especialistas.
Precisaron que las medidas propuestas son dos:
La primera, incrementar el límite para la deducción de costos relacionados con proyectos para la Exploración y Producción (E&P), cuyos beneficios fiscales se incrementarían anualmente entre 2019 y 2024 para el volumen actual de producción de PEMEX, de 90 mil barriles por día (bpd).
La SHCP estima que ello liberaría recursos a la compañía por 11 mil millones de pesos por año, lo que deberá destinarse exclusivamente a E&P.
En cuanto a la segunda medida, indicaron que se trata de diseñar un régimen fiscal especial para proyectos con recuperación secundaria y terciaria, cuyo objetivo es incrementar la producción de los campos maduros ya existentes.
“En lo que concierne al impacto fiscal de estas medidas, la SHCP arguye que la primera se subsanará a partir del fortalecimiento de su estrategia contra la evasión y la elusión de impuestos, al tiempo que la segunda medida no tendría impacto sobre el presupuesto, dado que aplicaría únicamente para la producción de petróleo adicional a la ya proyectada para 2019.
“(…) las medidas propuestas por sí mismas son insuficientes para fortalecer la hoja de balance de la compañía, mucho menos para incrementar su capacidad productiva en el mediano plazo.
“Pensamos que para satisfacer los ambiciosos planes de producción de la Administración de Andrés Manuel López Obrador, la inversión en capex destinada a E&P debería adicionar alrededor de 4 a 5 mil millones de dólares por año, por ejemplo, un monto mayor en un orden de magnitud en comparación con lo anunciado”, enfatizaron.
Además subrayaron que el régimen fiscal de PEMEX no es necesariamente la causa principal de sus tribulaciones, pues recordaron que un régimen fiscal especial para incentivar la actividad en campos marginales, y que no producen, ha estado en vigor desde 2009, sin éxito.
Por otra parte consideraron que el involucramiento de la SHCP es bienvenido, dado que implica que reconocen la importancia de proveer medidas concretas y coherentes para ayudar a la compañía.
“En particular, el compromiso de la SHCP para seguir colaborando con todos los miembros del Consejo Administrativo de PEMEX y fortalecer la gobernanza corporativa de la compañía es algo positivo.
“Sobre todo, dado que va en contra de algunas propuestas recientes por parte de legisladores del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que atentaban con debilitar el Consejo y robustecer aún más los vínculos entre PEMEX y el Gobierno Federal”, enfatizaron.
Sin embargo, también aclararon que consideran que el Gobierno Federal no debe menoscabar la importancia de presentar mayores detalles sobre las implicaciones fiscales de cualquier apoyo a PEMEX.
“Sí, la cantidad de apoyo propuesta es comparativamente pequeña (lo que en sí mismo podría ser una fuente de crítica), pero aun así pensamos que intentar resolver este asunto al decir que los recursos se van a compensar ‘mediante el fortalecimiento de la lucha contra la evasión y la elusión fiscal’, es intercambiar preocupaciones viejas por nuevas.
“En última instancia, las medidas adicionales que consideramos fundamentales involucran directamente a la compañía.
“Suponiendo que el apoyo proporcionado por la SHCP fuera suficiente para alterar positivamente las proyecciones del balance fiscal de PEMEX, el mercado podría verse satisfecho en caso de que el dinero recibido por la compañía efectivamente se destinara a inversión en E&P, dado que el rendimiento correspondiente justificaría ese curso de acción”, destacaron.
No obstante, alertaron que a la luz del estado en el que PEMEX se encuentra actualmente, destinar recursos adicionales a la compañía podría implicar una exposición fiscal innecesaria para el Gobierno.
Ello sugiere que el anuncio hecho la noche del lunes, debería ser complementado por un plan de negocios detallado por parte de PEMEX, el cual cubra de manera prominente y exhaustiva temas fundamentales como reconsiderar sus planes de farm-outs; fortalecer la gobernanza interna; delinear medidas para incrementar la eficiencia, e invertir en capital humano, por ejemplo, atender el problema de fuga de talentos de la compañía.
“El deterioro en los diferenciales entre la deuda de PEMEX y el soberano después del anuncio, sugiere que los próximos pasos deben ser firmes y continuar en la misma dirección”, enfatizaron.
Por otra parte, y para poner en perspectiva el monto propuesto de 11 mil millones de pesos en deducciones fiscales, Pemex estima que en 2019 su déficit financiero será de 65.4 mil millones de pesos, y que sus amortizaciones ascenderán a 131.6 mil millones de pesos, lo que implica requerimientos financieros totales por 197 mil millones de pesos.