El Banco de México (Banxico) actúa de manera prudente y responsable en sus decisiones de política monetaria para tratar combatir los embates inflacionarios, que se prevé terminen en 5.7 por ciento a final de año, señaló el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) explicó que a la fecha se vive una situación inusual para medir los choques inflacionarios por las distorsiones que originó la pandemia en el 2020 por los bajos niveles de crecimiento y estabilidad de los precios por la baja demanda de productos y servicios.
Por su parte, en opinión de varios especialistas el dinamismo más acelerado de los precios será transitorio, ya que varios rubros de precios son determinados exógenamente, por los mercados internacionales o por efectos estacionales.
El CEESP indicó que es claro que las presiones inflacionarias han sido mayores y más persistentes a lo anticipado, lo que generó que las estimaciones para el cierre del año se corrijan al alza, sobre todo en un entorno en que la recuperación económica puede también generar presiones de demanda adicionales en el comportamiento de los precios.
La autoridad monetaria del país debe mantenerse atenta, y en su caso tomar las medidas preventivas que eviten un deterioro de las expectativas inflacionarias.
Consideró el CEESP que no se puede descartar que comience un ciclo de alzas en la tasa de interés para reforzar el anclaje de las expectativas inflacionarias.
Hasta ahora, sin duda las decisiones de la Junta de Gobierno del Banco de México han sido un ejemplo del comportamiento responsable de un organismo independiente comprometido con sus objetivos.
Finalmente, Banco de México debe ser claro con mensajes que fortalezcan su credibilidad como organismo independiente de la política monetaria del país y, por lo tanto, de la defensa del poder adquisitivo de la moneda.
