El Banco de México (Banxico) redujo su rango de crecimiento para este año y señaló que las medidas anunciadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para reactivar a la economía mexicana deberán demostrar su efectividad a lo largo del año.
El gobernador del Banxico, Alejandro Díaz de León Carrillo, durante la presentación del Informe Trimestral Octubre-Diciembre 2019 especificó que balance de crecimiento para México se encuentra enmarcado en un escenario de incertidumbre por cuestiones externas e internas con un sesgo a la baja.
Detalló que las cuestiones más relevantes en el escenario internacional se encuentra el efecto del Coronavirus por sus efectos en todos los aspectos internacionales de mercados financieros y actividad productiva, así como un menor gasto público al estimado en el terreno nacional, entre otros.
Especificó que el intervaló se revisó a la baja al pasar de 0.8 a 1.8 por ciento a uno de 0.5 a 1.5 por ciento. Para 2021 se estima en el mismo sentido, al pasar de 1.3 a 2.3 por ciento a uno de 1.1 a 2.1 por ciento.
“Las acciones de la SHCP de alguna manera están incorporadas en el presupuesto para el año, e identificamos que esto implica, probablemente adelantar unos rubros de gasto o de ejercicio de proyectos de inversión, esto pudiera tener un efecto a lo largo del año, pudiera adelantar un poco más con respecto a lo que usualmente se registra, pero eso está por verse”, enfatizó el gobernador de Banxico.
Agregó que se espera una reactivación de la economía nacional, y para apoyar esta situación se debe generar mayor confianza en el país, reforzar los aspectos macroeconómicos y atender las cuestiones de mediano plazo que han obstaculizado un mayor crecimiento económico.
Destacó que se deben generar incentivos que fomenten una mayor eficiencia en la asignación del gasto y fortalecer el estado de derecho.
El banco central realizó un modelo para identificar el impacto de la incertidumbre en el consumo e inversión en el periodo 2000-Octubre 2019, en el que se demostró que la inversión es más sensible en comparación al consumo.
Las etapas de mayor incertidumbre se han presentando en 2015 con la caída de los precios del petróleo, la posible renegociación del TLCAN en 2017, las elecciones en México del 2018 y la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
Finalmente, apuntó que la inflación no tendrá grandes presiones al cerrar el año en 3.2 por ciento, ligeramente por arriba de la meta objetivo del 3.0 por ciento, la que advirtió podría verse afectada en el caso de que se presentara un impacto mayor en el tipo de cambio peso-dólar por el COVID-19, incremento mayor al esperado en precios de productos agropecuarios o un deterioro de las finanzas públicas.