La perspectiva para la calidad crediticia soberana en 2019 es estable, equilibrando el continuo ímpetu de crecimiento global de la economía, aunque más lento, versus la mayor incertidumbre que existe sobre la estabilidad económica y financiera a más largo plazo, indica hoy Moody’s Investors Service en un nuevo reporte.

Señaló que aunque hay una serie de riesgos que pudieran afectar las condiciones crediticias en los próximos 12 a 18 meses, actualmente tres cuartas partes de los 138 soberanos que Moody’s califica, tienen perspectiva estable y 15 positiva, mientras que la de 19 es negativa, en comparación con 22 el año pasado.

El reporte titulado “Sovereigns-Global, 2019 outlook still stable, but slowing growth signals increasingly diverging prospects” precisa que se trata de una actualización para los mercados, y que no constituye una acción de calificación.

“Nuestra perspectiva estable para las calificaciones soberanas en 2019 considera tanto los beneficios de la continuidad del crecimiento global, como los riesgos locales y geopolíticos que están surgiendo”, explicó Alastair Wilson, Managing Director del Grupo de Riesgo Soberano de Moody’s.

“A pesar de la perspectiva estable en general, estamos todavía más conscientes que en años anteriores del potencial que existe de que choques inesperados perturben la estabilidad económica y financiera en los próximos 12 a 18 meses”, advirtió.

Moody`s espera que el crecimiento global alcance su nivel máximo en 2018, registrando un 3.3% antes de desacelerarse a 2.9% en 2019. En el caso de las economías avanzadas del G-20, Moody`s considera que habrá una caída del crecimiento a 1.9% en 2019 con respecto a 2.3% en 2018, un patrón que se observa en las principales economías, incluidos Estados Unidos y Alemania.

El panorama en los mercados emergentes del G-20 es más variado: su crecimiento en 2019 será “significativamente” menor en 2019 que en 2018, de alrededor de 4.6% frente a 5.0% en el presente año.

La desaceleración del crecimiento significa que la ventana que tenían los soberanos del mundo para resolver los desafíos crediticios que han enfrentado durante muchos años –incluyendo los elevados niveles de deuda pública y privada, así como las tendencias de más largo plazo del envejecimiento de la población y la desigualdad social–, se está cerrando.

“Una deuda elevada, la desaceleración del crecimiento y el incremento de las tasas, exponen a los soberanos al riesgo de choques que afecten la asequibilidad y sostenibilidad de su deuda.

“Algunos mercados frontera y emergentes se encuentran particularmente expuestos ante el endurecimiento de las condiciones financieras globales y el mayor proteccionismo comercial de Estados Unidos”, subraya el documento.

En este contexto enfatizó que, a la larga, la trayectoria crediticia de todos los soberanos dependerá del éxito de sus reformas para corregir estas vulnerabilidades.

Dijo que al igual que en años anteriores, el potencial que existe de eventos disruptivos locales o geopolíticos representa el riesgo de cola más importante.

“Los riesgos geopolíticos pudieran tener implicaciones que van más allá de los fundamentales económicos y fiscales de un país determinado, y afectar el flujo de capitales internacionales y, consecuentemente, las condiciones de financiamiento de muchos soberanos”, destacó.

Finalmente expuso que el riesgo geopolítico “es una gran categoría que abarca la política exterior y comercial de Estados Unidos, que presenta una amenaza con mayores alcances para la confianza y el crecimiento global”, mencionando también los conflictos en la península coreana y en la región del medio oriente, así como “los evidentes acontecimientos políticos al nivel local, incluyendo el Brexit y los recientes acontecimientos en Italia”.