Caranty, marketplace mexicano para venta de automóviles entre particulares, plantea terminar con un catálogo de mil vehículos en la Ciudad de México y Estado de México (Edomex), de los 8 millones que se comercializan anualmente a nivel nacional.
El director y confundador, Miguel Ángel Bulnes, explicó que su modelo de negocios apoya a la gente a realizar una transacción segura y satisfactoria para ambas partes, ya que se cuenta con 5 salas en las que se pueden reunir el comprador y vendedor para finiquitar la operación.
Después de 24 horas se libera el pago (depositado en la cuenta de Caranty) al vendedor y los papeles al comprador, al manifestar encontrarse satisfechas ambas partes.
El co-fundador señaló que levantaron capital por 1.6 millones de dólares en Agosto del año pasado y se utilizó para la infraestructura en la que los propietarios de vehículos puedan realizar su operación con la seguridad y tranquilidad.
A la fecha el market place opera en la Ciudad de México, Estado de México y en el siguiente semestre se ampliará la presencia a Querétaro, Puebla, Aguscalientes, Guadalajara, entre otras.
“Las personas que anuncian su vehículo pagan una comisión de 4 por ciento, es decir, lo anuncian en 100 mil pesos y al aparecer en el catálogo el precio es de 104 mil pesos. El vendedor recibe los 100 mil pesos o el precio pactado dentro de la plataforma”
miguel ángel bulnes, director general caranty
Caranty comenzó sus operaciones en el último trimestre del año pasado y mueve entre un 30 a 40 por ciento de inventario mensual de 300 vehículos anunciados de manera gratuita, que espera en breve superar las mil unidades de catálogo.
El mercado de venta de autos seminuevos en México tiene un valor de 60 mil millones de dólares (mdd) por el intercambio de 8 millones de autos, de los que un 80 por ciento corresponden a negociaciones entre particulares.
Este marketplace se encuentra sujeto al impuesto del 2 por ciento a las plataformas aprobado en la Ciudad de México para la venta de productos al consumidor final que es pagado por las empresas y no los consumidores.