El tipo de cambio peso-dólar cerró la semana con una apreciación de 2.64 por ciento o 55.2 centavos, cotizó en promedio 20.36 pesos, tocaó un mínimo de 20.3579 y un máximo de 20.9822 un pesos.
La recuperación del peso fue a la par de la mayoría de las divisas en la canasta amplia de principales cruces, superada por el rublo ruso que se apreció 22.74 por ciento, la corona sueca con 3.67 por ciento, el florín húngaro con 3.20 por ciento, la corona noruega con 2.97 por ciento y el zloty polaco con 2.87 por ciento.
La recuperación fue sostenida y al comienzo de la semana se debió a la noticia de que se habían logrado avances en las negociaciones de paz entre Ucrania y Rusia.
El optimismo se desvaneció hacia la segunda mitad de la semana, pero el peso continuó con avance a pesar del alza en los precios de las materias primas, principalmente los energéticos, con el petróleo, el WTI regresó a un nivel superior a 100 dólares por barril y menor aversión al riesgo provocado por la menor probabilidad de incumplimiento de pago por Rusia. Asimismo, el rublo ruso logró una apreciación, que generó un efecto arrastre sobre otras divisas de economías emergentes.
Por otro lado, en la semana se destacó el anuncio de política monetaria de la Reserva Federal, en donde el FOMC subió la tasa de interés en 25 puntos base, iniciando el ciclo de incrementos anticipado por el mercado.
El mercado no reaccionó de forma agresiva al comunicado de la Fed, es probable que los incrementos a la tasa de interés en el año sean a un ritmo más agresivo del estimado actualmente.
De acuerdo con las proyecciones, el FOMC anticipa una tasa al cierre del año entre 1.75 y 2.00 por ciento (en contraste con un rango entre 0.75 y 1.00 por ciento en las proyecciones publicadas en Diciembre).
Este nivel de la tasa de interés a un nivel entre 1.75 y 2.00 por ciento implica siete incrementos a la tasa de interés en el año de 25 puntos base cada uno, incluyendo el realizado el miércoles. Sin embargo, 7 de 16 miembros del comité consideran que la tasa al cierre del año debería ubicarse por arriba del 2 por ciento y uno considera que debería ubicarse en un rango de hasta 3.00-3.25 por ciento.
Subir la tasa de interés por arriba de 2 por ciento implicaría que al menos uno de los incrementos a la tasa de interés deberá ser mayor a 25 puntos base antes de que termine el año.
Durante la semana también se observó un regreso del apetito por riesgo a los mercados de capitales, permitió que los principales índices a nivel global cerraran con ganancias significativas.
El Dow Jones cerró con un avance de 5.50 por ciento, mientras que el Nasdaq avanzó 8.18 por ciento y el S&P 500 avanzó 6.16 por ciento.
En Europa, el FTSE 100 de Londres cerró con una ganancia semanal de 3.48 por ciento, mientras que el DAX de Alemania cerró con una ganancia de 5.76 por ciento.
Hacia adelante, se espera que los principales determinantes del tipo de cambio sigan siendo la invasión de Rusia a Ucrania, las expectativas de inflación y política monetaria en Estados Unidos y México y los precios de las materias primas, principalmente los energéticos.
Durante la semana, el euro tocó un mínimo de 1.0898 y un máximo de 1.1137 dólares por euro. El euro-peso tocó un mínimo de 22.4944 y un máximo de 23.0199 pesos por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 20.3620 pesos por dólar, 1.3175 dólares por libra y en 1.1050 dólares por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE