El tipo de cambio peso-dólar cerró el primer trimestre con una apreciación de 3.21 por ciento o 65.9 centavos, cotizó 19.87 pesos, tocó un mínimo de 19.8178 pesos y un máximo de 21.4676 pesos.
La apreciación de la divisa mexicana fue la mayor desde el cuarto trimestre del 2020 cuando avanzó 9.95 por ciento. El avance se concentró en Marzo con 2.93 por ciento o 59.9 centavos, principalmente por incertidumbre en materias primas, postura restrictiva de Banco de México y entrada de dólares por remesas y exportaciones.
El alza de los precios de las materias primas por la guerra entre Ucrania y Rusia, importantes productores de materias primas, en específico de commodities agrícolas en el caso de Ucrania y de energéticos y metales industriales en el caso de Rusia.
La guerra ocasionó un fuerte incremento en los precios debido a la imposición de sanciones de países de Occidente a Rusia y por el riesgo de disrupciones en las exportaciones de commodities de estos países.
En el trimestre, el WTI cerró con un incremento de 34.53 por ciento, mientras que el Brent subió 38.74 por ciento. Por su parte, el aluminio subió 24.35 por ciento, el zinc 18.10 por ciento y el Níquel 54.68 por ciento. En los commodities agrícolas, el maíz subió 26.21 por ciento, el trigo 30.78 por ciento y la soya 20.76 por ciento.
Aunque inicialmente el peso mexicano se depreció llevando al tipo de cambio a un máximo de 21.4676 pesos el 8 de Marzo, en las semanas posteriores recuperó terreno junto a otras divisas de países productores y exportadores de materias primas y que a su vez se ubican geográficamente alejadas del conflicto en Ucrania.
Las divisas más apreciadas en el trimestre fueron el real brasileño con 14.90 por ciento, el rand sudafricano con 8.32 por ciento, el sol peruano con 7.97 por ciento, el peso chileno con 7.73 por ciento, el peso colombiano con 7.39 por ciento, el peso mexicano con 3.21 por ciento, el dólar australiano con 2.96 por ciento y el dólar neozelandés con 1.37 por ciento.
La expectativa de una postura monetaria restrictiva por parte del Banco de México en próximos meses con el objetivo de mantener ancladas las expectativas de inflación, lo que contribuye con el fortalecimiento del peso mexicano, a pesar de que la Reserva Federal también ha señalado que planean subir su tasa de interés a un ritmo acelerado.
Durante el primer trimestre, la tasa de rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años acumuló un incremento de 82.8 puntos base, ubicándose en 2.34 por ciento. Por su parte, el índice ponderado del dólar se fortaleció 1.56 por ciento frente a sus principales cruces.
También ayudó al peso que México continúa recibiendo flujos de dólares del exterior por concepto de remesas y exportaciones, lo que permite la apreciación del peso.
Durante los primeros dos meses del año las exportaciones en México se ubicaron 15.0 por ciento por arriba del mismo bimestre del 2021 y 17.6 por ciento del mismo bimestre del 2020, impulsadas por las exportaciones de manufacturas, en particular de la industria automotriz.
A pesar de que en el trimestre el peso mexicano tuvo un desempeño positivo, no se pueden ignorar los riesgos a la baja para la actividad económica en México producto de políticas internas.
Este día la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, señaló en una audiencia ante el Congreso preocupación por la probable aprobación de la reforma a la industria energética que actualmente se discute en México, lo que eleva el riesgo de sanciones por parte de Estados Unidos en el marco del T-MEC.
En el trimestre, el euro tocó un mínimo de 1.1174 y un máximo de 1.1495 dólares por euro. Por su parte, el euro peso tocó un mínimo de 21.8913 y un máximo de 23.7825 pesos por euro.
Al cierre, las cotizaciones interbancarias a la venta se ubicaron en 19.8699 pesos por dólar, 1.3138 dólares por libra y en 1.1067 dólares por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE