El comercio internacional debe ser utilizado como una herramienta que ayude a disminuir la pobreza y vehículo de tránsito a la formalidad de los empleados, destacó el Banco Mundial (BM).
Los cambios en la política comercial originan ganadores y perdedores, y a veces afectan el apoyo popular a la liberalización del comercio por un respaldo al nacionalismo económico. Por cada arancel que se instrumenta hay un empresario o empleado cuyo sustento está en riesgo.
La nota de la funcionaria del BM reconoce que las ganancias y las pérdidas se han concentrado en gran medida en algunos sectores, tipos de empleos y regiones.
El documento de Los impactos distributivos del comercio: Innovaciones empíricas, herramientas de análisis y respuestas de políticas no sólo examinan los vínculos indiscutibles entre el comercio mundial y la reducción de la pobreza, sino que se avanza en la comprensión de cómo las «perturbaciones comerciales» afectan a los pobres y de qué manera las políticas pueden asegurar que los beneficios se distribuyan ampliamente.
En la publicación se analiza detenidamente el impacto del comercio en los salarios, el empleo y los ingresos de los pobres en cinco países: Bangladesh, Brasil, México, Sudáfrica y Sri Lanka.
En México, mayores exportaciones desde el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) tuvieron un gran impacto y positivo en los ingresos laborales totales, pero sus impactos en la reducción de la pobreza y los ingresos familiares per cápita fueron insignificantes.
Los resultados muestran que el aumento de las exportaciones de México a los países más ricos no necesariamente condujo a mejores indicadores de bienestar a nivel local.
En Bangladesh las mayores exportaciones han aumentado los salarios y han ayudado a las mujeres a transitar hacia empleos en el sector formal.
Entre 2005 y 2010, el aumento por cada 100 dólares en las exportaciones por trabajador provocó una disminución del 0.7 por ciento en la informalidad en los distritos con una mayor exposición al comercio.
Una de las enseñanzas más críticas es que para maximizar los beneficios del comercio se requiere un enfoque global y que abarque toda la economía con políticas que reduzcan las distorsiones y faciliten la actividad empresarial.
También deben disminuir los costos comerciales mediante la mejora de la facilitación del comercio y la logística, y que aceleren el ajuste del mercado laboral para que los trabajadores puedan encontrar nuevos empleos.
Mientras el mundo se esfuerza para recuperarse de la pandemia de COVID-19, la importancia del comercio será más esencial que nunca para el crecimiento, la creación de empleo y la reducción de la pobreza, concluyó el BM.