El Banco Mundial (BM) informó que el crecimiento en este año 2022 será menor en México y América Latina al pasar de 6.7 a 2.6 por las políticas fiscales y monetarias menos flexibles.

Al presentar el documento Perspectivas económicas mundiales enfatizó que el crecimiento de la región se recuperó hasta ubicarse en un estimado del 6.7 por ciento en 2021, impulsado por condiciones externas favorables y diversos acontecimientos relacionados con la pandemia.

Los aspectos que apoyaron el crecimiento fueron una alta demanda de las exportaciones a Estados Unidos y China, los precios altos de los productos básicos y el volumen elevado y constante de las remesas enviadas a los países de América Central y el Caribe.

Asimismo, disminuyó la cantidad de nuevos casos de Covid-19 en toda la región durante la segunda mitad del año; sin embargo, volvieron a aumentar a fines de Diciembre, a pesar del avance en el proceso de vacunación.

El documento indicó que la inflación se ha incrementado en toda la región, y en la mayoría de los casos ha superado las metas establecidas por los bancos centrales.

Este aumento se atribuye a la consolidación de la demanda asociada con la reapertura económica, al incremento de los precios de los alimentos y la energía, a las interrupciones en la producción de electricidad relacionadas con el clima y, en algunos países, a la depreciación de la moneda y los fuertes incrementos en la masa monetaria.

El Banco Mundial especificó que varios países, incluidos Brasil, Chile y Paraguay, sufren la peor sequía en décadas, lo que hace necesario utilizar combustibles fósiles más costosos para producir la electricidad habitualmente generada a partir de la energía hidroeléctrica.

Se prevé que el crecimiento regional disminuirá hasta ubicarse en el 2.6 por ciento en 2022 y el 2.7 por ciento en 2023, a medida que se endurezca la política fiscal y monetaria, la demora en las mejoras en las condiciones del mercado laboral y las condiciones externas se vuelvan menos favorables.

El proceso de recuperación hacia los niveles del Producto Interno Bruto (PIB) previos a la pandemia será desigual en la región y prolongado en algunos países.

Las proyecciones elaboradas hasta fin de 2023 implican que, si se ponderan las cifras en función del PIB, la región de América Latina y el Caribe perderá terreno en el ingreso per cápita no solo en relación con las economías avanzadas, sino también con las de Asia oriental y el Pacífico y las de Europa y Asia central.

Se proyecta que la economía de Brasil se desacelerará hasta llegar al 1.4 por ciento en 2022 por la limitada confianza de los inversionistas, la erosión del poder adquisitivo derivada de la alta inflación, el endurecimiento de la política macroeconómica, la desaceleración de la demanda de China y la caída de los precios del mineral de hierro para repuntar a 2.7 por ciento en 2023.

El crecimiento de México, por su parte, disminuirá según las proyecciones hasta el 3 por ciento en 2022 y el 2.2 por ciento en 2023. Se anticipa que los cuellos de botella de las cadenas de suministro persistan durante la primera mitad del año, mientras que la demanda externa se verá limitada por la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, y la política macroeconómica se endurecerá.

Por otro lado, las proyecciones indican que en Argentina el crecimiento se desacelerará al 2.6 por ciento en 2022 a medida que el consumo privado se atenúe como consecuencia de la reducción del estímulo fiscal y la inversión disminuya, aunque el continuo impacto del fuerte crecimiento de 2021 dio lugar a una mejora del pronóstico para 2022. Los fuertes rebotes cíclicos observados en Chile, Colombia y Perú en 2021 se debilitarán en 2022 y nuevamente en 2023.

En Centroamérica, el crecimiento se mantendrá sólido en 2022, en un 4.7 por ciento, debido a la mejora en las perspectivas respecto de la vacunación contra la Covid y la entrada firme y continua de remesas.

Asimismo, se espera que, en la mayoría de los países del Caribe, el crecimiento se acelerará en 2022 como resultado del repunte previsto en el turismo internacional.

Las perspectivas están expuestas a diversos riesgos de deterioro, entre los que se incluyen un aumento abrupto en la cantidad de casos de COVID19, tensiones en el financiamiento y estrés relacionado con la deuda, y disrupciones provocadas por acontecimientos meteorológicos extremos y desastres naturales.

Previsiones para los países de América Latina y el Caribe
País201920202021e2022e2023e
Argentina-2,0-9,910,02,62,1
Bahamas0,7-14,52,08,04,0
Barbados-1,3-18,03,38,54,8
Belice1,8-16,89,04,01,8
Bolivia2,2-8,85,53,52,7
Brasil1,2-3,94,91,42,7
Chile0,9-5,811,82,21,8
Colombia3,3-6,89,94,13,5
Costa Rica2,3-4,15,03,53,2
Dominica3,5-11,03,48,15,9
República Dominicana5,1-6,810,85,05,0
Ecuador0,0-7,83,93,12,5
El Salvador2,6-7,98,04,02,5
Granada0,7-13,73,04,43,8
Guatemala3,9-1,57,63,93,5
Guyana5,443,521,249,725,0
Haitía-1,7-3,3-0,80,01,5
Honduras2,7-9,04,74,43,8
Jamaica0,9-10,04,33,02,0
México-0,2-8,25,73,02,2
Nicaragua-3,7-2,05,53,02,5
Panamá3,0-17,99,97,85,0
Paraguay-0,4-0,84,34,03,9
Perú2,2-11,113,23,23,0
Santa Lucía-0,1-20,45,29,67,1
San Vicente y las Granadinas0,5-3,0-6,18,36,1
Surinam1,1-15,9-3,51,82,1
Uruguay0,4-5,93,43,12,5

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...