La criptocrisis no muestra signos de calma, ae han intensificado las preocupaciones de que Genesis, una empresa de custodia, intercambio y préstamo, podría declararse en quiebra debido a sus afiliaciones con otras criptoempresas.

Génesis ilustra el capítulo actual de la crisis, que se caracteriza por la rápida propagación de los temores de contagio.

La confianza en las criptomonedas está más dañada que nunca, lo que hace que cualquier tipo de recuperación a corto o mediano plazos sea muy poco probable.

Las heridas de esta criptocrisis necesitarán mucho más tiempo para sanar y el potencial a largo plazo de los activos digitales ha quedado fuera de foco definitivamente.

Sin embargo, en el lado positivo, muchos blockchain no han tenido ningún problema técnico y han funcionado según fueron diseñados durante la crisis actual.

Bloomberg informó que Genesis podría declararse en bancarrota, ya que le ha costado encontrar nuevos financiamientos tras el colapso de FTX, lo que ya la llevó a suspender los retiros de su plataforma.

Como se describió la semana pasada, Génesis es miembro del Grupo de Moneda Digital (DCG por sus siglas en inglés), un conglomerado de empresas cripto.

El DCG está afiliado a Grayscale, el administrador de uno de los fideicomisos de Bitcoin más grandes con 10 mil millones dólares en activos bajo su administración. Al mismo tiempo, DCG es el mayor accionista del fideicomiso.

Grayscale Bitcoin Trust ha caído cada vez más en desgracia entre los inversionistas institucionales debido a su configuración. Como resultado, han reducido su tenencia de bienes, que han sido recogidos por la DCG. Son precisamente este tipo de vínculos entre criptoempresas las que temen los mercados en esta etapa de la crisis, ya que podrían provocar más contagios y fomentar más ventas forzadas. Por el momento, los activos digitales se parecen mucho a una zona de contagio (y también de confusión).

“Resulta casi imposible responder a la pregunta sobre qué empresa podría ser la siguiente en caer, sobre todo porque ha habido una proliferación de proyectos y plataformas criptográficos en los últimos 2 o 3 años, gracias a la abundante liquidez y al auge de las inversiones de capital de riesgo. Casi todos ellos son de propiedad privada y, por lo tanto, carecen de cualquier tipo de requisitos de información, lo que podría proporcionar algún tipo de transparencia”.

Carsten Menke, director de investigación de Next Generation del banco privado Julius Baer.

La confianza en las criptomonedas está más dañada que nunca, lo que sugiere que las heridas de la crisis actual tardarán mucho más en sanar. Cuantas más empresas fracasan, más se esparce el contagio.

Además, cuanto más baje la confianza, menos probable será cualquier tipo de recuperación a corto o mediano plazo. Si bien el potencial a largo plazo aún existente de los activos digitales y su tecnología de blockchain subyacente se ha quedado definitivamente fuera de foco, hay algo positivo en medio de todo el pesimismo. Muchos blockchain, en particular las principales como Bitcoin y Ethereum, no han tenido ningún problema técnico y han funcionado según lo diseñado durante la crisis actual, mientras que la cantidad de direcciones de red activas se ha mantenido mucho más resistente de lo que sugeriría la venta masiva.

Nota: Las inversiones en activos digitales están expuestas a un riesgo elevado de fraude y pérdida y a fluctuaciones de precios.

Carsten Menke, director de investigación de Next Generation, Julius Baer

Por Redacción

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