La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pagó 13 millones 458 mil pesos por impermeabilizar las azoteas y remodelar las fachadas y balcones de Palacio Nacional, inmueble usado por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, para vivir, trabajar y recibir a sus invitados de Estado, prensa y funcionarios de gobierno.
La dependencia a cargo de Arturo Herrera Gutiérrez entregó tres adjudicaciones directas a dos empresas y una personas física para que remodelaran el Palacio Nacional, el cual todos los días atrae a cientos de visitantes y turistas por sus murales de Diego Rivera y otros recintos históricos.
Los contratos para la rehabilitación del Palacio Nacional y el Museo de Arte de la SHCP fueron clasificados como reservados para los ojos de los ciudadanos, ya que hay un riesgo a la seguridad nacional de las personas que laboran en los inmuebles, especial del presidente de la República y el secretario de Hacienda y Crédito Público.
Sin embargo, se tuvo acceso a cada uno de los acuerdos suscritos entre la Secretaría de Hacienda y las empresas encargadas de darle una manita de gato al Palacio Nacional.
La empresa Restaura Conservación Inmueble cobró 8 millones 405 mil 304 pesos por el mantenimiento del torreón norponiente, fachadas de Palacio Nacional y la impermeabilización de azoteas del inmueble donde vive el Presidente desde hace más de un año.
Heladio González Cruz, una persona física, pidió 4 millones 453 mil 682 mil pesos por sus trabajos de mantenimiento en el Palacio Nacional y Museo de Arte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La compañía Ingeniería Experimental solicitó 599 mil 821 pesos por sus trabajos de mantenimiento de los balcones de la fachada poniente y los salones protocolarios del Palacio Nacional.
Por su arquitectura, el Palacio Nacional está catalogado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como un Monumento Histórico desde 1931 y distinguido por la UNESCO en 1987, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Actualmente el uso y aprovechamiento inmobiliario de Palacio Nacional es muy diverso: actividades gubernamentales como la conferencia mañanera, culturales, protocolarias y diplomáticas.
También es un inmueble que alberga oficinas de la Presidencia de la República y el departamento del presidente, un área para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien tiene la comandancia de la Primera Región Militar. Todas esas son consideradas como instancias de seguridad nacional.
El Palacio Nacional alberga un símbolo tan importante para nuestra Nación como la histórica campana con la que en 1810 don Miguel Hidalgo y Costilla convocó a la libertad, o bien los murales del Patio Central en los que Diego Rivera sintetizó, a mediados del siglo XX, nuestra historia patria.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público ocupa en sus labores cotidianas espacios importantes de este inmueble en su costado Norte, en donde también se halla el Recinto de Homenaje a don Benito Juárez.
El gobierno del presidente, Luis Echeverría Álvarez, fue el encargado de detener un paulatino deterioro arquitectónico del Palacio Nacional, el cual comenzó a partir de la década de los cincuenta.
En 1971 se creó la Comisión Intersecretarial para las Obras de Palacio Nacional, cuyo objetivo principal era diseñar un Plan Maestro que atendiera la ingeniería del edificio y orientará la arquitectura de las obras que se desarrollaran.
Para empezar, se realizaron trabajos de recimentación para solucionar los daños estructurales de la fachada principal, originados por el asentamiento irregular del complejo, y se inició la restauración de las fachadas sur y norte, así como la de Constanzo del siglo XVIII, que da a la calle de Correo Mayor.
También fueron remodelados los entrepisos de los salones y galerías presidenciales y el Salón Panamericano de la Secretaría de Hacienda; en todos los casos, sus decoraciones, pisos, tapices y mobiliario fueron escrupulosamente restaurados.
Adicionalmente, fue construido un nuevo edificio para oficinas de la Presidencia con arcadas estilo siglo XVIII en el lado sur del jardín. Por otro lado, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) restauró el gran mural de Diego Rivera de la Escalera Principal, afectado durante las obras de construcción del Metro.
En el corredor norte, que conduce a los Patios Marianos, se construyó el Auditorio de la Secretaría de Hacienda.
De esta última obra destaca el trabajo de rescate que se hizo de la viguería de madera de la época virreinal. También se restauraron las bóvedas, pavimento y estantería de la Biblioteca de la Secretaría de Hacienda y se rehízo su fachada; para lo cual, le fue añadido un óculo por encima de la puerta.
Las obras de recimentación de aquel año pusieron al descubierto numerosos vestigios prehispánicos, incluso posteriores, que permiten conocer el lejano pasado del Palacio Nacional.
El Departamento de Salvamento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) localizó algunos elementos arqueológicos dentro del Jardín Botánico, tales como basamentos de columnas del siglo XVI, pertenecientes a las arcadas del Patio del Tribunal de Cuentas del Palacio Virreinal.
También fue hallado un pavimento, junto con escalones y un pequeño cuarto, que pertenecieron a las Casas Nuevas de Moctezuma. Muy cerca de ahí, fue encontrada una construcción que se pensó pudo ser un adoratorio de dichas casas.
Igualmente se localizaron dos tramos de pavimento con drenaje superficial, un muro y un basamento de columna, identificados como elementos pertenecientes a las casas de Hernán Cortés. Asimismo, se encontró gran cantidad de cerámica prehispánica y virreinal.
La Oficina de la Presidencia de la República pagó 337 mil 802 pesos a Grupo Alfombras Garrido para que pusiera la alfombra nueva al Salón Tesorería del Palacio Nacional y 405 mil 534 pesos a Comercializadora Vexilo para que coloque Parasoles en los balcones de Palacio Nacional.