Cuestionan programas sociales y obras del gobierno federal

Las finanzas públicas requieren de proyectos que impulsen el crecimiento económico y programas sociales con mayor efectividad en el bienestar de las familias, destacó el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) sostuvo que un resultado en principio favorable en Abril fue el aumento de 22.2 por ciento anual de la inversión física del sector público.

Todo parece indicar que la evolución de la inversión refleja los recursos destinados a los programas insignia del gobierno federal, como el Aeropuerto de Santa Lucia, la refinería de Dos Bocas y el tren Maya.

El crecimiento de las erogaciones de Comunicaciones y Transportes, Defensa, Energía y, en menor medida, Turismo sobresalen significativamente.

“Como se ha sostenido en este espacio, no hay prueba de que estos proyectos cuenten con la rentabilidad social que manda la ley de presupuesto”, reiteró el CEESP.

Sin embargo, apuntó que aunque se ha dicho que su avance es una buena reacción contracíclica del gasto, es difícil que así sea, ya que para argumentarlo habría que ver la eficiencia de esos gastos para contrarrestar la recesión, frente a otros como más gasto en salud o apoyos a la población desempleada formal e informal y a las empresas a fin de que sostengan el empleo, que podrían tener alcance nacional y no sólo local.

“El impulso a dichos proyectos emblemáticos parece obedecer a la voluntad de la administración para consolidar sus proyectos bajo cualquier circunstancia”, afirmó el sector privado.

Las cifras Enero-Abril sugieren un fuerte crecimiento de los programas sociales del gobierno. El gasto de la Secretaría del Bienestar aumentó 94 por ciento y el de Trabajo 401 por ciento en el primer cuatrimestre en términos reales respecto a igual periodo de 2019.

En resumen, por el lado del gasto público conforme a las cifras de Abril, se observa, por un lado, que el gasto ha crecido significativamente 9.3 por ciento respecto al año pasado y, por el otro, que se ha hecho una reasignación en su ejercicio hacia los proyectos de inversión y los programas sociales insignia de la administración, ignorando su evaluación, enfatizó el CEESP.

“En las circunstancias actuales, la derrama del gasto social es bienvenida en principio. Pero más allá de la urgencia de acelerar el gasto público, lo cierto es que salvo los créditos a la palabra para microempresas, cuyo desempeño ha sido muy modesto, ya que con información al 11 de Junio sólo se habían colocado 478 mil créditos, después de un objetivo anunciado, primero de un millón, y después del doble, el gobierno sólo ha puesto en marcha proyectos y programas que fueron planeados en un escenario sin crisis sanitaria y económica”.

Destacó que la reacción de política fiscal ha sido insignificante y pobre cuando se compara con lo que la mayoría de los países han implementado. Además, como se ha sostenido en este espacio, los programas sociales vigentes no cuentan con reglas de operación que los hagan evaluables ni con padrones claros.

El enfatizó que si no hay un cambio en las directrices del gobierno federal seguirá un deterioro en las finanzas públicas en los que resta del año.

“Es indispensable instrumentar políticas que generen certidumbre y apego al estado de derecho a fin de que el principal motor del crecimiento, la inversión privada, se reactive”, enfatizó el CEESP.

Además, de inversión pública en proyectos socialmente rentables y de alto impacto sería sumamente útil, sobre todo a nivel regional, para la recuperación de la economía, concluyó el CEESP.

Miguel Ramirez

Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...