Los parques industriales son el punto de anclaje ideal para detonar el crecimiento macroeconómico sectorial o regional por la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) y local para impulsar el comercio internacional, en el que destaca Monterrey.
De acuerdo con el Mapa de ruta 2030 de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP), los parques industriales deben fomentar y ejercer prácticas alineadas a los criterios de Certificación en Calidad Ambiental que otorga la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa).
Los lineamientos buscan la protección del medio ambiente, gestión y manejo sustentable de agua y residuos, así como contar con certificaciones con estándares nacionales e internacionales en materia de sustentabilidad y ASG.
Dentro del sector de los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras), estos instrumentos se han distinguido por el desarrollo de naves industriales a lo largo del país y sobre todo de apegarse a los estándares mencionados.
Por ejemplo, FIBRA Uno, dirigido por André El-Mann, cuenta con certificaciones LEED GOLD & SILVER en 20 de sus parques industriales, convirtiéndola en la Fibra con la mayor área certificada en Latinoamérica (961 mil 431 m2 totales).
El sistema de calificación LEED, es implementado por el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council), con el objetivo de garantizar los espacios con las mejores condiciones para la salud y productividad, en un marco de ahorro energético y de recursos, que incrementan el valor de sus activos.
Según datos de la AMPIP, en México operan más de 400 parques industriales, distribuidos en 22 estados, lo que se traduce en más de 3 mil 700 empresas instaladas, en este sentido, la misma AMPIP reconoce a la ciudad de Monterrey como el mercado más dinámico con el 29 por ciento de las operaciones a nivel nacional.
“La efectividad de estas herramientas para hacer que los parques industriales contribuyan sustancialmente al desarrollo y bienestar del país, a la vez que se mantengan como un negocio altamente rentable, depende críticamente de una mayor vinculación y cooperación entre las cuatro hélices del sector capaz de articular e integrar de manera balanceada los ámbitos social, económico y medioambiental”, indica AMPIP en su Mapa de Ruta 2030.