Economía informal, problema estructural por falta de certidumbre jurídica, regulación excesiva y contratación costosa

La informalidad en la economía mexicana es una falla estructural que no se le atacó en los periodos de crecimiento y que se incrementa en las etapas de decrecimiento por la ausencia de una normatividad ágil para los nuevos negocios, deficiente estado de derecho y contratación laboral costosa, afirmó el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que de acuerdo con los datos más recientes del Inegi, muestran que en 2019 la economía informal representó 23 por ciento del total de la economía, el porcentaje más alto en los últimos cinco años.

Dentro de la estructura de la economía informal el comercio al por menor tiene la mayor participación al aportar 24.5 por ciento del total del valor agregado informal, seguido de la construcción con una participación de 14.9 por ciento.

El tercer sector con mayor incidencia es el de la industria manufacturera, que aporta el 12.6 por ciento, en tanto que el sector primario contribuye con el 11.1 por ciento.

En ese contexto, es evidente que en materia de empleo la informalidad tenga un impacto significativo. En Mayo del presente año la ocupación informal representó el 55.5 por ciento del total de la población ocupada en el país, puntualizó el CEESP.

Estas cifras reflejan la baja productividad de la informalidad ya que con poco más de la mitad de la población ocupada genera el 23 por ciento del PIB. Por su parte, la actividad formal genera el 77 por ciento del PIB con el 44.5 por ciento de la ocupación, especificó el sector privado.

“En general el comportamiento de la informalidad responde al ritmo de crecimiento de la economía. Se observa que durante periodos en los que la actividad productiva del país ha mostrado elevadas tasas de crecimiento, el porcentaje de informalidad ha sido menor. No obstante, también es un hecho que permanece elevada aun en periodos de mayor crecimiento, lo cual refleja que el problema de la informalidad tiene un componente estructural más importante que el coyuntural”.

CEESP

Un factor que también impulsa la informalidad es un marco regulatorio excesivo, a pesar de los avances en el tema.

Todavía existe una cantidad importante de requisitos en los gobiernos estatales para quienes desean participar activamente en la actividad productiva, restándole competitividad al país y atractivo para invertir, apuntó el CEESP.

El World Competitiveness Ranking 2021, elaborado por el International Institute for Management Development (IMD) ubica a México en el lugar 55 de un universo de 64 países en materia de competitividad, dos lugares por debajo del año previo.

Otro aspecto que propicia a las empresas, especialmente a las de menor tamaño, arroparse en la informalidad es la elevada carga que implican los costos de contratación, y que en mucho coadyuvan a determinar la posibilidad de mantenerse o integrarse a la formalidad.  

Los costos laborales no salariales, que están integrados por todas aquellas deducciones y contribuciones obligadas por ley para el beneficio de los trabajadores, representan poco más del 35 por ciento del sueldo de los trabajadores. Ahora bien, si también se incluyen otras prestaciones como aguinaldo, vacaciones, liquidaciones, el costo no salarial se podría elevar a poco más del 50 por ciento.

Para ello, los esfuerzos deben concentrarse en un estado de derecho efectivo que contemple factores que promuevan y faciliten rápidamente la inversión a través de medidas como una mejora del entorno regulatorio y el establecimiento de reglas del juego claras, concluyó el CEESP.

Miguel Ramirez

Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...