El peso cerró Febrero con una depreciación de 0.90% o 17.2 centavos, cotizando alrededor de 19.28 pesos por dólar, tocando un mínimo de 19.0169 y un máximo de 19.4726 pesos, mostrando una volatilidad anualizada de 8.04%, la más baja para un mes igual desde 2013.

Para el caso particular del peso mexicano, cerca del 63% de la depreciación mensual se concentró en la última sesión del mes, luego de que el dólar estadounidense ganó fuerza tras la publicación del crecimiento económico de 2018, que se ubicó en 2.9%, su mayor ritmo de expansión desde 2015.

El dólar también se fortaleció ante la expectativa de que las conversaciones en materia comercial entre Estados Unidos (EU) y China logren resultados en el corto plazo.

De acuerdo con Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, el acuerdo comprometerá al gobierno chino a recortar los subsidios para empresas del estado y obligará a la transparencia del Banco Popular de China en sus intervenciones en el mercado cambiario.

El dólar se fortaleció pues la posibilidad de que la guerra comercial concluya en los próximos meses, implica menores riesgos a la baja para el crecimiento económico de EU.

El fortalecimiento del dólar durante el mes también es producto de una corrección a caídas previas. Durante los últimos dos meses de 2018 y en Enero de 2019, el índice ponderado del dólar acumuló una caída de 2.45%, ante la expectativa de que la Reserva Federal (Fed) probablemente no volverá a subir su tasa de interés durante 2019.

Por este motivo, las noticias de avances en las negociaciones con China permitieron que el índice ponderado del dólar se recuperara 0.77% en Febrero.

Con respecto a México, el mes se caracterizó por el seguimiento que dieron los mercados a la opinión de las agencias calificadoras con respecto a un posible recorte a la calificación crediticia.

La reacción negativa en el mercado cambiario ha sido moderada, pues aunque las medidas extraordinarias de apoyo a Petróleos Mexicanos (PEMEX) anunciadas el 15 de febrero podrían poner en riesgo las finanzas públicas del país, de acuerdo a Moody’s lo más probable es que primero se ajuste a la baja la perspectiva de la calificación crediticia de México.

Posteriormente, en caso de que se observe un incremento en la deuda como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), se podrían hacer recortes a la calificación, aunque Moody’s considera poco probable que el país pierda su grado de inversión en la primera mitad del sexenio.

Hacia adelante, el mercado seguirá de cerca las políticas del Gobierno, y su probable efecto sobre el perfil de riesgo de México, el cual probablemente observe un deterioro gradual.

Lo anterior, sumado a las evidencias de una desaceleración de la actividad económica, podría hacer que el mercado especule en contra del peso mexicano, ocasionando un incremento del tipo de cambio.

Cabe notar que casi al cierre del mes, Banco de México (Banxico) ajustó a la baja sus expectativas de crecimiento para 2019 de un rango entre 1.7% y 2.7% a uno entre 1.1% y 2.1%, mientras que para 2020, el rango pasó de entre 2% y 3% a uno entre 1.7% y 2.7%.

Banco Base mantiene una estimación de crecimiento para 2019 de 1.8%.

La depreciación del peso al cierre de febrero ha llevado al tipo de cambio al nivel de 19.27 pesos por dólar, resistencia indicada por el promedio móvil de 50 días que había sido respetado durante el mes.

Debido a que el tipo de cambio podría seguir subiendo, la siguiente resistencia clave se ubica en 19.45 pesos por dólar, en donde se ubica el promedio móvil de 200 días, promedio que no ha sido perforado desde octubre de 2018, cuando se anunció la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM).

En el mes, el euro-peso alcanzó un mínimo de 21.5688 y un máximo de 22.0107 pesos por euro en las cotizaciones interbancarias a la venta. Por su parte, el euro tocó un mínimo de 1.1234 y un máximo de 1.1488 dólares por euro.

Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero.
Banco BASE