El peso se ha apreciado, borrando una gran parte de las pérdidas sufridas en el último trimestre del 2018 y, de hecho, es la tercera divisa más apreciada de los principales cruces del dólar, al avanzar 3% en lo que va del 2019, destacó Gabriela Siller.
La especialista agregó que al revisar los determinantes del peso, destaca que los factores externos de los cuales depende van en contra; es decir, el peso debería estarse depreciando, si fuera por el entorno internacional.
Dijo que actualmente existe preocupación por la desaceleración china, ya que recientemente se publicaron datos sobre su sector externo que muestran caídas en las exportaciones y desplome en las importaciones.
“Por su parte, en el mercado de materias primas el precio del petróleo va la baja, lo que normalmente hubiera ocasionado depreciaciones del peso. Además, en Estados Unidos (EU) el cese parcial del Gobierno continúa, siendo ya el más largo desde 1974, año en que se creó la ley que habilita este procedimiento”, agregó.
Asimismo, en su blog de Investing México, subrayó que a nivel interno no existen indicadores económicos que generen optimismo.
“En realidad, hay más riesgos al alza para la inflación y más riesgos a la baja para el crecimiento económico. Al parecer, lo que está provocando las recientes apreciaciones son las acciones de López Obrador.
“Aun y cuando la medida sobre la gasolina es muy cuestionable y seguramente tendrá un efecto negativo sobre la economía en el corto plazo, a nivel internacional parece ser vista como un intento serio de disminución de la corrupción.
“También está la propuesta sobre el sector financiero, la cual inmediatamente no generó movimientos en el tipo de cambio, pero fue bien vista por el mercado. En particular la disminución del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para las empresas que quieran salir a bolsa, el mayor crédito a PYMES y en general la mayor inclusión financiera, se espera sean positivas para la economía”.
Por el contrario, –advirtió–, el mayor crédito al consumo, si no existe una buena cultura financiera, puede provocar un mayor endeudamiento y mayor riesgo económico, aunque definitivamente propiciaría mayor crecimiento en el corto plazo.
Dijo que probablemente por eso el peso está borrando las pérdidas sufridas después de la consulta popular de Octubre del año pasado y posterior cancelación del NAIM.
“Así, podría decirse que las apreciaciones muestran un peso fuerte y no un dólar débil.
“Sin embargo, los movimientos del tipo de cambio ponen en evidencia la sensibilidad del mercado hacia las noticias que genera el nuevo Gobierno en México. Por lo anterior, no se descarta que la volatilidad siga en el 2019, particularmente si surgen iniciativas que propicien incertidumbre.
“Además, de manera histórica el peso tiende a mostrar depreciaciones en la segunda quincena de enero”, precisó.
Por otro lado, subrayó que el desabasto de gasolina es un tema muy delicado, ya que la economía se mueve principalmente con este combustible y el alargamiento de la situación podría ocasionar, tanto de manera directa como indirecta, efectos adversos sobre el crecimiento y la inflación.
“Hacia abajo, el tipo de cambio, de seguir el optimismo sobre México, podría tocar 18.70 pesos por dólar. Hacia arriba, el tipo de cambio podría regresar a 19.30 pesos por dólar, sobre todo porque los niveles actuales son favorables para la compra anticipada de dólares y para las coberturas cambiarias”, concluyó Siller.