Al término de la administración del presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, se tendrán inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a 22.6 millones de trabajadores y para acelerar la creación de fuentes laborales se deben analizar los cambios en la política pública, advirtió el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República.
El documento de análisis “Evolución y perspectivas del empleo formal. Datos y reflexiones iniciales para la formulación de un balance sexenal”, elaborado por Jesuswaldo Martínez Soria y Adriana Vargas Flores, señala que entre 2019 y 2023, la tasa de crecimiento media anual de trabajadores registrados en el IMSS, ha sido del 1.6 por ciento, mientras que de 2013 a 2018 fue de 4 por ciento.
Asimismo, detalla que, entre 2007 y 2012, la tasa de crecimiento de personas aseguradas en el IMSS fue de 2.3 por ciento; de 2001 a 2006 fue de 1.8 por ciento y de 1997 a 2000 de 5.9 por ciento.
El estudio apunta que, si bien los efectos de la pandemia fueron de los más duros en la historia reciente de la economía mexicana, el impacto de la emergencia sanitaria se da en un momento en el que la trayectoria del empleo formal estaba ya en franca desaceleración.
El documento consideró que las repercusiones en las capacidades productivas y en el mercado de trabajo hayan propiciado un fuerte debilitamiento en la tendencia de largo plazo del número de trabajadores asegurados y, con ello, el deterioro de sus perspectivas de crecimiento.
Se propone la realización de un balance oportuno de la gestión gubernamental, de las políticas públicas y de las reformas recientes, que permita valorar los esfuerzos realizados en el IMSS para fortalecer la incorporación de trabajadores no asegurados (programas piloto para trabajadoras del hogar y trabajadores independientes), y evaluar la implementación y los resultados de distintas acciones públicas como la reforma de eliminar el outsourcing, la reforma al régimen de incorporación fiscal que creó el régimen de confianza, la política de recuperación salarial, los programas sociales orientados a la formación como Jóvenes construyendo el futuro, entre otras acciones gubernamentales que pueden haber incidido en el comportamiento del empleo formal, apuntó el estudio.
El documento no considera en su análisis el impacto que se tiene por la relocalización en las cadenas de valor, en el que se espera la ampliación de instalaciones productivas y llegada de nuevas empresas, los proyectos nacionales del Istmo de Tehuantepec y el tren maya con su impacto en el turismo nacional e internacional.
