Las señales de finanzas públicas en el nuevo gobierno van por el buen camino al respetar los compromisos, pero en el 2020 se verán presionadas por la disminución de ingresos que prevé el gobierno por una menor producción petrolera, advirtió el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que los mercados consideraron positivas las cifras manifestadas en los Precriterios de Política Económica 2020, adelanto del documento denominado “Criterios Generales de Política Económica” que se presentará en Septiembre y que es la base para la elaboración de la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
El documento destacó que el marco macroeconómico -la primera estimación de las principales variables macroeconómicas utilizadas para la elaboración del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos de la Federación del 2020-, se ajusta a la coyuntura actual, es decir, sin optimismos equivocados.
El enfatizó que “esto es importante, ya que las previsiones macroeconómicas optimistas tienden a inducir un mayor gasto”.
En el documento se reestimó el crecimiento de la economía para 2019 de un rango original de 1.5-2.5 por ciento a uno de 1.1 a 2.1 por ciento, en tanto que para el 2020 se anticipa un avance de entre 1.4 a 2.4 por ciento.
Se mencionó que la nueva realidad económica se debe a una plataforma de producción de petróleo menor a la esperada, se prevé que para este año los ingresos totales del sector público sean inferiores en 0.5 por ciento del PIB, respecto a la cifra que se estimó en los Criterios Generales de Política Económica de 2019.
La caída se planea compensar mediante una reducción del gasto en la misma magnitud, de manera que el déficit público en sus diversas definiciones y el superávit primario de 1 por ciento del PIB se mantienen sin cambio respecto a lo planeado para este año.
Para el 2020 se prevé un ajuste adicional respecto a 2019 en el gasto público de 0.5 puntos porcentuales del producto, lo que significa una reducción de un punto porcentual en los primeros dos años del presente gobierno.
“Este ajuste es relevante si se considera que, como porcentaje del producto, el gasto total del sector público se ha reducido de manera importante desde 2017, de tal forma que desde ese año hasta el 2020 la reducción acumularía 4.4 puntos del PIB”, señaló el CEESP.
Asimismo, destacó la disminución en el gasto programable, que en el periodo habrá sido de 5.1 puntos del PIB.
“Sin duda esto ha sido favorable, aunque por otro lado implica un menor margen de acción en materia de asignación de recursos, sobre todo cuando también los ingresos mostrarían una disminución, como porcentaje del PIB, de 3.6 puntos porcentuales en el mismo periodo”, indicó.
Evidentemente, el menor margen de maniobra pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos planteados en los Precriterios 2020, en especial por la decisión de cumplir con los nuevos programas sociales que se han instrumentado, advirtió el sector privado.
“Hasta ahora el Programa Económico propuesto ha sido bien recibido por los mercados. Para que esta percepción no cambie, es fundamental lograr que se cumplan los objetivos planteados en cuanto al cumplimiento de las metas fiscales”.
En caso de no cumplirse, la reacción del mercado podría ser disruptiva para la estabilidad, o bien, se podría regresar a la práctica de usar al gasto de inversión como el renglón de ajuste, con su consecuente efecto negativo sobre la actividad económica del país, destacó el CEESP.