El año entrante habrá crecimiento económico en México con posibilidades de revisión a la alza conforme mejore la relación entre el sector privado, el gobierno federal y se tengan más incentivos para la inversión, afirmó Banco Base.
La economista en jefe, Gabriela Siller Pagaza, en videoconferencia señaló que para este año se estima una contracción económica de 8.7 por ciento, producto de la crisis sanitaria-económica, la ausencia de un política fiscal contracíclica y la desaceleración económica de finales y principios de sexenio.
Destacó que la política de austeridad del gobierno del Presidente genera resultados “porque no se han mayores recortes a la calificación crediticia” de México.
Siller Pagaza enfatizó que su pronóstico de crecimiento económico para el 2021 se revisó a la alza al pasar de 2.5 a 3.5 a uno de 2.8 a 3.8 por ciento con crecimientos trimestrales pequeños.
“Esa crisis que estamos viviendo no es la más profunda, pero es la que se espera que tarde más la recuperación económica, prácticamente el doble de lo que tardó en la gran depresión (hasta 6 años)”.
Consideró que existen buenas perspectivas a nivel local por una relación menos ríspida ente gran parte del sector privado y el gobierno federal.
“Son buenos los planes de infraestructura que se han presentado, inclusive que se haya dado un acuerdo para aplazar la legislación sobre el tema del outsourcing. Vemos una mayor conciliación entre el sector privado y el público, y partir de Abril podría recuperarse, debería de haber más señales de encuentro y disminuya la cautela para más proyectos de inversión. Si se siguen viendo acuerdos se podría dar una revisión a la alza en la inversión fija bruta para el año entrante”.
Siller Pagaza apuntó que este ambiente menos incierto a nivel local e internacional genera “mayor optimismo” y se refleja en un pronóstico del tipo de cambio del peso-dólar en una banda de 18.50 a 19.50 pesos por divisa norteamericana.
Para este año se prevé un cierre de la moneda mexicana frente al dólar de 19.70 pesos en caso de aprobarse una nueva ronda de estímulos fiscales en Estados Unidos.
Finalmente, la economista en jefe de Banco BASE señaló que México podría tener mejores resultados en el “gran reinicio de las actividades” si tuviera una reasignación de recursos a inversión productiva, más incentivos fiscales a la inversión, políticas públicas ortodoxas que no frenen el crecimiento y empresas más preocupadas por el desarrollo social.