La economía mexicana podría vivir momentos más complicados si se genera una ruptura en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y si el proceso electoral culmina con un triunfo del candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, han señalado analistas financieros.
Este escenario fue considerado como el menos adecuado por los inversionistas por considerar más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas podrían enfrentar una complicación mayor, que ya comenzó con los aranceles al aluminio y acero por parte de la administración, el que se preveía quedará aplazado para generar confianza en el proceso de renegociación, lo que no sucedió el 01 de Junio de este año.
El futuro del TLCAN, no tiene un futuro seguro de supervivencia, aunque siguen las conversaciones para empatar las posturas de las tres naciones.
A esta situación habría que sumar el resultado electoral del 01 de Julio, en la que el candidato de Morena presenta una amplia intención de voto por parte del electorado mexicano y que ha reiterado la revisión de los contratos de la reforma energética para ratificar que no existan tengan un carácter “leonino” y el Estado mexicano sea el menos favorecido, así como la derogación de la reforma educativa, ambas consideradas fundamentales por los mercados para el futuro económico del país.
Los analistas prevén que el piso para la cotización del peso frente a la divisa norteamericana puede ser de 23 pesos en adelante, conforme se desarrollen las acciones del nuevo gobierno.
Al respecto, el Banco de México (Banxico) que encabeza Alejandro Díaz de León Carrillo, enfatizó que las finanzas nacionales vivirán una etapa complicada por los compromisos electorales realizados durante la campaña.
El segundo semestre, que se proyectaba como el de reactivación por la reforma tributaria de Estados Unidos, la incertidumbre de la renegociación del TLCAN y del resultado electoral, parece que podría seguir estancado por las cuestiones citadas.
Después del 01 de Julio se presenta una nueva etapa para la economía mexicana, en la que la administración saliente, y la entrante tendrán que realizar de manera conjunta el Presupuesto de la Federación 2019, el que será la primera prueba de fuego para la transición en caso de que López Obrador sea el vencedor de los comicios de Julio.