La seguridad pública no tiene los mismos avances en la protección de las actividades económicas y se requiere abordar una homologación de los delitos en todo el país, así como retomar el esfuerzo de coordinación con las policías locales, señaló el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) destacó que en la comparecencia de la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, no profundizó en los aspectos de seguridad pública y conservó un discurso oficial optimista que resalta las acciones, reales o ficticias, que han llevado a cabo las autoridades para enfrentar con éxito sus obstáculos.
Explicó que la Estrategia Nacional de Seguridad cuenta con 8 ejes prioritarios: erradicación de la corrupción, garantizar la paz y seguridad, actuar con pleno respeto y promoción de los derechos humanos, promover la regeneración ética de la sociedad, avanzar en la reformulación del combate a las drogas, continuar con la construcción de la paz, recuperar y dignificar los centros penitenciarios, fortalecer la seguridad pública, la seguridad nacional y la paz.
El CEESP indicó que algunos avances en materia de comisión de delitos al comparar el periodo Enero-Agosto del presente año con el mismo lapso del 2018.
| Enero-Agosto 2018-20 | |
| Bajaron | Crecieron |
| Secuestro: bajó 46.6 por ciento. | El robo de maquinaria creció 157.1 por ciento |
| Robo de vehículo automotor: es menor en 40 por ciento. | Robo a transeúnte en espacio abierto al público tuvo un alza de 89.5 por ciento |
| Robo de ganado: se redujo 37 por ciento. | El total de delitos contra la libertad y la seguridad sexual aumentó 62.3 por ciento |
| Robo en transporte público colectivo: disminuyó 37 por ciento. | Fraude y extorsión aumentaron 40.3 por ciento y 30.5 por ciento, respectivamente. |
| Robo a transportistas: 32 por ciento menos. | Robo en transporte público individual aumentó de 22.3 por ciento |
| Robo a casa-habitación: se redujo 28 por ciento. | El feminicidio creció 18.7 por ciento |
| Robo a transeúnte: disminuyó 26 por ciento. | Robo de autopartes se elevó 12.1 por ciento |
| Robo a negocio: tuvo una caída de 23.3 por ciento y, | |
| Robo de hidrocarburos: bajó 94 por ciento desde diciembre de 2018. |
A primera vista estos datos respaldarían la idea de que el combate a la inseguridad ha sido exitoso, apuntó el sector privado, sin embargo, el informe omitió delitos que, contrariamente a los anteriores, mostraron importantes incrementos en el mismo lapso, incluso, el total de delitos aumentó en 1.3 por ciento.
Advirtió el sector privado que es posible y hasta resultaría natural que la percepción de menor inseguridad de las personas, especialmente en las ciudades, se deba a que la movilidad continúa reducida ya por mucho tiempo.
La población se mantiene más alejada de los centros de mayor peligro y con el tiempo podría generarse una sensación de mayor seguridad comparada con épocas de mayor movilidad o en las que el confinamiento, aunque más fuerte, era más reciente.
El CEESP indicó que se mantiene la desconfianza de la población en las policías y ministerios públicos y fiscalías locales, y el gobierno federal debería actuar asumiendo su responsabilidad de coordinación nacional a fin de progresar realmente en la seguridad pública del país.
Se requiere avanzar en la coordinación de las policías locales ya que el esfuerzo parece haberse detenido después de las discusiones sobre los llamados mandos únicos.
Por su parte, en la tarea de coordinación de ministerios públicos y fiscalías locales es necesario avanzar en la definición de un código penal sustantivo a fin de uniformar los principales delitos en toda la República.
A pesar del discurso de optimismo y éxito de las autoridades en materia del combate a la inseguridad, los datos no sustentan esta posición.
La percepción de inseguridad continúa en niveles sumamente elevados como lo muestra también la última encuesta de expectativas sobre la economía del Banco de México, que señala que los problemas de inseguridad pública son considerados como el principal factor que puede obstaculizar el crecimiento económico, destacó el CEESP.