Los impactos del gasto público realizados durante el último trienio no han sido explicados con análisis serios sobre el crecimiento y en el combate a la pobreza, señaló el sector privado.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) consideró que, en principio, un gobierno austero y responsable fiscalmente es lo deseable, se puede facilitar la eficiencia en la asignación de los recursos de la economía al dejar al sector privado la inversión y producción de bienes ajenos a la actividad del sector público.

Pero en un proceso de ajuste de gasto público es recomendable un análisis serio de las consecuencias del mismo.

Sin su realización se corre el riesgo de caer en la ineficiencia en la provisión de bienes y la inversión que legítimamente le compete al sector público y el resultado puede ser un bajo nivel de inversión física y crecimiento económico, lo que sin duda dificulta el combate a la pobreza de los hogares sobre bases permanentes.

“Hasta ahora, después de tres años de ajuste fiscal significativo, ni el gobierno anterior ni el actual han presentado un análisis que pueda indicar en qué rubros es conveniente reducir o ampliar el gasto, o de la pertinencia o no de sus programas sociales o de la rentabilidad de los proyectos de inversión que promueve, o de los que detiene”, puntualizó el CEESP.

La reducción del gasto público en este año agravó la demanda agregada, es decir, la inversión, el consumo, gasto de gobierno y exportaciones netas.

“De hecho, la sola contracción del gasto público en este año, al primer semestre, que fue de 3.6 por ciento anual, le restó tres décimas de punto porcentual al avance del PIB”.

Apuntó que al parecer se ha generado incertidumbre a raíz de las políticas económicas implementadas y por el discurso oficial que continúa afectando las expectativas económicas, lo que se refleja en los pronósticos de los especialistas del sector privado, que siguen reduciendo sus estimaciones de crecimiento.

Esta situación se dificulta aún más ante la desaceleración de la economía mundial, por lo que es fundamental la instrumentación de políticas que estimulen el mercado interno y la integración a la economía de Estados Unidos cuanto antes.

El CEESP destacó que hoy por hoy, el gobierno federal parece decidido a mantener la austeridad y los equilibrios fiscales y simultáneamente concretar sus programas sociales y sus proyectos emblemáticos de inversión, enfatizó el sector privado.

Pero no cuenta con los medios para estimular el sector productivo, por lo que es preciso permitir y alentar la participación del sector privado particularmente mediante la inversión.

En este contexto, los sectores público y privado han acordado poner en marcha mecanismos para que éste último participe en proyectos de inversión en infraestructura con la facilitación requerida por parte del gobierno federal.

La colaboración entre el gobierno y el sector privado en favor de la inversión coincide con una ligera mejoría de la perspectiva de los directivos empresariales según los indicadores de confianza empresarial durante Septiembre.

“El reabrir la posibilidad de que el sector privado participe en actividades definidas o interpretadas de facto como exclusivas para el Estado, como los sectores petrolero y eléctrico, debe ser parte importante de esa colaboración público-privada que contribuirá a una recuperación más rápida del dinamismo que requiere el país para beneficio de todos”, concluyó el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...