La economía mexicana presenta signos mixtos que generan incertidumbre para la segunda mitad del año y el 2025 por los efectos del cambio climático y las cuestiones geopolíticas que se presentan en otras latitudes del orbe con impacto en las actividades económicas y la inflación, sostuvo el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El presidente del IMEF, José Domingo Figueroa Palacios, señaló que los principales indicadores económicos de México presentan comportamientos contrastantes que resultan difíciles de interpretar.
Detalló que hay resultados positivos que apuntan a un mejor panorama económico, como el repunte de la actividad industrial, especialmente en la construcción, durante el mes de Mayo; el fuerte crecimiento registrado por la formación bruta de capital en Abril; el buen desempeño de la industria automotriz en Junio; y nuevos niveles récord de remesas familiares en Mayo.
Sin embargo, el número de asegurados en el IMSS registró en Junio una caída de casi 30 mil puestos, ligó 2 meses consecutivos con pérdida de empleos, lo que manda una señal negativa del desempeño de la actividad económica.
Además, el consumo privado se contrajo 0.9 por ciento mensual en Abril y la industria manufacturera no creció en el mes de Mayo.
Ante esta situación por tercer mes al hilo, el IMEF ajustó a la baja la perspectiva de crecimiento para final de año, al pasar de 2.1 a 2.0 por ciento con una inflación relativamente estable, que se prevé en 4.3 por ciento, la misma que el mes pasado, lo que dificulta un escenario económico para el resto del año y el entrante.
Finalmente, puntualizó que sus expectativas todavía no incorporan los posibles efectos de los cambios del entorno institucional del cambio de gobierno y las posibles reformas constitucionales que se aprueben por el Congreso de la Unión.