A pesar de que la actividad económica general disminuyó en el primer trimestre, el gasto de los hogares y la inversión fija empresarial se mantuvieron fuertes, afirmó la Reserva Federal en el anuncio de decisión de política monetaria que se incrementó 0.50 por ciento, como esperaba el mercado.
Destacó que la creación de puestos de trabajo ha sido sólida en los últimos meses y la tasa de desempleo ha disminuido sustancialmente y la inflación sigue elevada, lo que refleja los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia, precios más altos de la energía y presiones de precios más amplias.
Además, indicó que la invasión de Ucrania por parte de Rusia causa enormes dificultades humanas y económicas.
Las implicaciones para la economía estadounidense son muy inciertas. La invasión y los eventos relacionados crean una presión alcista adicional sobre la inflación y es probable que pesen sobre la actividad económica.
Además, es probable que los bloqueos relacionados con Covid en China exacerben las interrupciones de la cadena de suministro.
Destacó que la Fed estará atenta a los riesgos de inflación y busca lograr el máximo empleo e inflación a una tasa del 2 por ciento a largo plazo.
Con la reafirmación adecuada en la postura de la política monetaria, el Comité espera que la inflación regrese a su objetivo del 2 por ciento y que el mercado laboral se mantenga fuerte.
Para obtener los resultados decidió elevar el rango objetivo para la tasa de fondos federales de 0.75 por ciento a 1.0 por ciento y anticipó aumentos continuos en el rango objetivo apropiados.
La economista en jefe de Banco Base, Gabriela Siller Pagaza, especificó que la Fed mantendrá el aumento de la tasa a pesar de la probabilidad de recesión, porque ven más riesgos para la inflación que para el crecimiento económico, pues la variación negativa en el PIB se dio por el déficit comercial histórico y no por debilidad en la demanda interna, concluyó.