La trayectoria de la inflación en México tiene aspectos positivos y negativos. Por un lado, el indicador general muestra una clara tendencia a la baja desde 2024, alcanzando un alentador 3.67 por ciento anual en su última medición, lo que representa un avance notable hacia el objetivo de Banxico del 3 por ciento.
Este progreso refleja el éxito de la política monetaria prudente implementada por Banxico y la favorable evolución de los precios de los alimentos y la energía.
Se anticipa que en los próximos meses la inflación tenderá a estabilizarse más que a seguir descendiendo. Banxico proyecta que la inflación convergerá al objetivo de forma sostenida hacia el tercer trimestre de 2026: los riesgos siguen latentes, particularmente por factores externos.
La amenaza de los aranceles estadounidenses
El panorama se complica con los aranceles de Estados Unidos a ciertos productos mexicanos. Aunque estas medidas no son generalizadas, afectan sectores estratégicos del comercio bilateral.
El riesgo real va más allá del impacto directo: cualquier disrupción en las cadenas de suministro podría desencadenar efectos multiplicadores en los precios domésticos.
El canal cambiario representa otra vulnerabilidad, ya que históricamente, las tensiones comerciales generan volatilidad en los mercados cambiarios, lo que tiende a depreciar al peso mexicano.
Una devaluación significativa encarecería las importaciones y se alimentaría la inflación importada. Este mecanismo, ampliamente documentado en la región, no debe subestimarse en el análisis actual.
Banxico frente al dilema de política monetaria
El Banco de México (Banxico) ha demostrado solidez técnica en su manejo de la política monetaria. Su reciente decisión de reducir la tasa de interés en 50 puntos base para quedar en 9.0 por ciento constituye un movimiento estratégico para estimular una economía que presenta signos de desaceleración.
No obstante, Banxico está caminando por una cuerda floja. Si la inflación se reactiva por los aranceles o por un tipo de cambio presionado, tendrá que reconsiderar el ritmo de recortes..
La institución cuenta con las herramientas y la credibilidad necesarias para responder con agilidad, pero su mayor reto será mantener el equilibrio entre impulsar el crecimiento y preservar la estabilidad de precios.
En este escenario, la capacidad de Banxico para interpretar oportunamente los datos económicos y reaccionar sin sesgos políticos será determinante.
Eduardo Ramos
Analista de mercados en VT Markets