La inseguridad empeora, y cuesta casi 300 mil millones de pesos (mdp) porque las personas y las empresas no confían en las autoridades por su ineficiencia e ineficacia para hacer cumplir la ley, señaló el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) especificó que la inseguridad avanza por la seguridad de que los actos ilícitos no son castigados, es decir, prevalece la impunidad, lo que afecta el patrimonio de las empresas y personas.
“La inseguridad representa costos económicos importantes que según la ENVIPE, durante el 2017 sumaron 299.6 mil millones de pesos, lo que representó el 1.65 por ciento del PIB. Se debe señalar que de este costo 89.1 mil mdp correspondió a gasto preventivo de los hogares, mientras que los restantes 210.5 mil mdp reflejaron las pérdidas por victimización”, detalló el CEESP.
El organismo del sector privado aseguró que el costo económico que genera la violencia puede ser un limitante del crecimiento.
Además, consideró que “los elevados recursos que se canalizan a este tema podrían destinarse a actividades productivas que estimularían el crecimiento. Durante el 2017 el costo de la violencia a nivel mundial fue de 14.7 billones de dólares, en términos de poder de compra (PPA), cifra que representó el 12.4 por ciento del PIB mundial. Bajo la misma metodología, el costo de la violencia en México fue de 312.3 mil millones de dólares (mdd), que como porcentaje del producto representó 14 por ciento”.
Destacó que México enfrenta una situación difícil en materia de inseguridad que afecta a empresas y familias, lo que significa que los esfuerzos del nuevo gobierno deberán fortalecerse para una solución en el corto plazo.
Durante 2017, el Institute for Economics & Peace señala que en 25 de las 32 entidades federativas del país se observó un deterioro en el nivel de paz.
El CEESP afirmó que “México tiene una economía fuerte y capaz de elevar su ritmo de crecimiento y bienestar, su fortaleza macroeconómica es señal inequívoca de que, a pesar de que hacen falta mayores esfuerzos, se han observado avances en cuanto a la capacidad de generar empleos, así como de un paulatino mejoramiento del ingreso real de las familias”.
Bajo este panorama la siguiente administración debe consolidar un ambiente de seguridad que requiere compromisos reales en materia de erradicación de la impunidad y la corrupción, ya que la percepción de una mejora en estos temas aumenta los niveles de confianza, propicia la inversión y estimula los negocios y el consumo” concluyó el CEESP .