Si tienes cierta familiaridad con la inversión en acciones, es probable que hayas escuchado hablar sobre las llamadas “Penny-Stocks”, figura que se popularizó a través de una película de Hollywood, El lobo de Wall Street, que reflejaba el crecimiento de una agencia de intermediación con las denominadas acciones de a centavo.

El CEO de la administradora de patrimonios FDI, Mariano Sardáns, recordó que hace muchos años atrás, cuando inició su carrera administrando patrimonios y activos de familias y empresas en los EE.UU., observaba como la SEC (Securities and Exchange Commission), organismo estatal que controla los mercados de capitales y protege a los inversores, perseguía diariamente a los que, mediante engaños, inducían a personas a invertir en estas Penny-Stocks.

Las Penny-Stocks son acciones que se negocian a bajo precio (menos de u$s 1), de empresas con una capitalización bursátil baja, con el agregado de que tienen muy bajo volumen de operaciones por día. Muchas inclusive, no llegan a operarse durante varios días durante el año calendario.

La gran mayoría de estas acciones penny, cotizan en mercados externos a las bolsas reguladas, es decir, los OTC (Over The Counter, por sus siglas en inglés), caracterizados por ser altamente especulativos y tener un bajo nivel de liquidez.

Por eso resulta más complejo verificar los volúmenes de negociación de estos títulos antes de decidir invertir, que hacerlo en otras acciones que cumplen las reglas de las grandes bolsas de Estados Unidos.

Esto se debe a que las empresas que cotizan en bolsas pequeñas no se encuentran obligadas en dicho país al escrutinio público ni a reglamentación.

Por esta razón este tipo de acciones son causa de excesivas  manipulaciones, estafas y engaños que intentan inducir a los inversores a comprarlas, mediante su promoción, como las grandes oportunidades del momento.

Esta estrategia nos resulta familiar porque su estructura se asemeja a la utilizada en las estafas piramidales, a las que nos enfrentamos como consumidores. En este tipo de fraudes es muy sencillo entrar y muy difícil salir. Desde que se realiza la primera inversión, sabes que saldrás victorioso cuantas más personas ingresen, y perderás dinero si empiezan a salir antes que vos, o todo lo que invertiste, si no saliste cuando había un poco de liquidez.

Con las penny stock ocurre algo parecido, ya que este tipo de acciones no cuentan con un volumen diario suficiente que les permita a los inversionistas salir de sus posiciones una vez que compraron las acciones. A la hora de retirarse, les resulta prácticamente imposible venderlas ya que, con un nivel muy bajo de liquidez, es muy difícil encontrar compradores.

“Dado que los incautos o más proclives a caer en este tipo de trampas son un cierto porcentaje de la población, los organizadores de estas estafas saben que para lograr su objetivo tienen que enviar  notificaciones a cierta cantidad de personas para lograr su estrategia” explica Mariano Sardáns, y añade, “la táctica de los estafadores es posicionarse previamente y de a poco en estas acciones. Luego envían las notificaciones masivas, esperan que los incautos las compren y hagan subir los precios. Así luego, una vez que el precio llega a un valor en el cual el volumen comienza a disminuir, venden sus propias acciones capitalizando las ganancias, dejando al resto de los inversores minoristas a su suerte. Son afortunados los que logran vender a un precio mayor al que compraron. Y pierden todo quienes no se dieron cuenta que se trataba de una estafa”.

Es una especie de esquema Ponzi, un poco más sofisticado comenta el CEO de FDI, en el que los grandes perdedores son siempre los mismos: los incautos, los poco informados o los que los gobiernos no llegan a prevenir.

Hoy por hoy la situación es incluso peor. A diferencia de los fraudes del pasado que se basaban en cartas, llamadas telefónicas y luego mails, internet ofrece una forma más fácil y barata de alcanzar grandes cantidades de inversionistas utilizando redes sociales, como Instagram, YouTube, Facebook y REDDIT.

Otra mutación se encuentra en el método para motivarlos a invertir, el fin es “destruir a los billonarios y malos, en beneficio de los pequeños inversores”, ese es el ejemplo reciente de GameStop.

“El problema es que empiezo a ver cada día, más pequeños inversores muy lastimados. Son los estafados de siempre” explica con preocupación, Mariano Sardáns.

FDI gerencia patrimonios y brinda soluciones que permiten eficientizar y proteger los bienes de sus clientes. Se encarga desde la instrumentación de las plataformas que necesitan sus clientes para manejar sus saldos transitorios, hasta la ejecución de sus inversiones, pasando por la planificación financiera, tributaria, sucesoria y la estructuración de los vehículos legales para proteger sus bienes.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...

Un comentario en «Los tipos de fraude en mercado accionario»

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