La cúpula empresarial señaló que la baja de calificación a Petróleos Mexicanos (Pemex) “es una mala noticia para México” porque las calificadoras esperan más de la principal empresa del país en el manejo de su deuda y proyecto de negocio de manera sustentable.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, detalló que para superar esta situación rápidamente será indispensable una correcta gestión de Pemex y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que esta calificación negativa porque se corre el peligro de que se contamine el resto de la deuda mexicana, se eleve el costo país y tenga consecuencias para la inversión.
“Esperemos que rápidamente pueda revertirse, es una realidad que nos enfrentamos en mundo de hoy. El mundo observa a México como un país potente, con mucha oportunidad de crecimiento, con una población económicamente activa de jóvenes, 27 años en promedio, con mucho potencial, en la medida que hagamos bien las cosas tendremos confianza”.
Indicó que las calificadoras esperan más de Pemex para que la empresa productiva del Estado pueda manejar su deuda y proyecto de negocio de manera sustentable, “es una mala noticia para México, esperemos que las gestiones que haga el equipo directivo y sus asesores, tanto en Pemex y SHCP puedan revertir pronto esta calificación”.
Agregó que la economía vive situaciones complicadas por el tema del bloqueo ferroviario en Michoacán y los paros en maquiladoras en el norte del país, lo que se repercute en pérdidas económicas de 2 mil 200 millones de pesos diariamente.
Esta situación impacta en las líneas de producción de las empresas, abasto de materias primas, contratos y por lo tanto en el empleo. Además, de riesgos de perder contratos y las empresas salgan del país, precisó el presidente del CCE.
Destacó que los bloqueos y las huelgas son “inadmisibles porque hay contratos que se tienen que cumplir”.
Finalmente, concluyó que el gobierno federal y los estatales tienen que hacer cumplir la ley para gozar de un estado derecho efectivo que no afecte a los agentes económicos y la economía de los mexicanos.