En la administración Peña Nieto se tuvo en avance en la generación y formalización del empleo, pero con niveles precarios que no beneficiaron el poder adquisitivo de las familias mexicanas, enfatizó el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) que el sexenio que está por terminar se le puede denominar como el del empleo por la mejora en el número de registros ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En los últimos seis años, las cifras indican que el número de registros al IMSS ha mantenido un ritmo de crecimiento superior al de la economía, cuando en años anteriores la evolución de estas dos variables fue muy parecida.
“Las cifras indican que mientras que en el periodo 2000-2012 la tasa promedio de crecimiento de los registros de trabajadores afiliados al IMSS fue de 2.4 por ciento y la del PIB fue de 2.1 por ciento, para el lapso del 2013 al tercer trimestre del 2018 las tasas de crecimiento promedio fueron de 3.9 por ciento y 2.4 por ciento, respectivamente”.
Señaló el CEESP que este comportamiento refleja en buena medida la instrumentación del Programa de Formalización del Empleo que inició en el 2013, por lo que se puede decir que no todos estos registros corresponden a nuevos puestos de trabajo, ya que buena parte de ellos integra a trabajadores que ya estaban ocupados y que simplemente se incluyeron en los registros de seguridad social.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) indica que durante el presente sexenio la población ocupada total del país aumentó en 5.2 millones de personas, 100 mil menos del aumento que tuvo en el sexenio previo.
Los esfuerzos en materia de formalización tuvieron resultados positivos en la composición del empleo porque 2.6 millones de personas pudieron conseguir un empleo con acceso a servicios de salud, mientras que en la administración anterior fue de 1.2 millones se tuvieron este tipo de empleo.
“No hay duda de que el empleo formal ha aumentado notoriamente gracias al programa de formalización”, afirmó el CEESP.
Sin embargo, este avance no se muestra en la calidad del empleo, ya que las condiciones laborales siguen reflejando una importante precarización del mercado laboral.
“La población con ingresos de hasta dos salarios mínimos creció en 6 millones, minetras que los ingresos superiores a dos salarios mínimos se redujo en caso 3 millones, lo que muestra la precariedad de las nuevas contrataciones”, destacó el CEESP.
Asimismo, aun cuando la población ocupada con acceso a servicios de salud aumentó en 2.6 millones de personas, una cifra similar mostró el aumento de ocupados que no tienen acceso a esos servicios.
“La precarización del mercado laboral se hace más evidente cuando se observa la evolución del indicador de ocupación en condiciones críticas, donde se concentra la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos, universo que en el sexenio actual aumentó en 2.7 millones de personas, después de que en el sexenio pasado creciera en solo 510 mil”.
Apuntó el CEESP que las políticas del nuevo gobierno serán fundamentales para generar un ambiente de negocios idóneo con seguridad y estado de derecho, con la finalidad de avanzar en fuentes laborales de mayor capacidad adquisitiva.