El paquete de medidas anunciadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tendrán un impacto de un 0.25 por ciento del (Producto Interno Bruto (PIB) este año, por lo que “urge” que el nuevo gobierno tome acciones que favorezcan la participación privada con certidumbre, sostenibilidad y rentabilidad, enfatizó el sector privado.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) reconoció la proactividad del gobierno para enfrentar la situación adversa de la actividad económica, pero el paquete de medidas anunciado debió haber señalado explícitamente la solución del subejercicio del gasto y la inversión pública como objetivos explícitos.
Destacó que ningún paquete de medidas de gasto público, con o sin impacto presupuestario o a través de la banca de desarrollo, representan una solución, ya que el principal problema es la falta de dinamismo de la inversión privada y, en menor medida, del consumo.
“Es natural que cualquier gobierno legítimo, como el de México, adopte los programas de gasto y de inversión congruentes con el mandato que le dan quienes votaron mayoritariamente por él. Pero, para que las políticas sean convincentes y creíbles, a fin de que las decisiones privadas de consumo e inversión que generan crecimiento económico efectivamente lo hagan, es necesario que se justifiquen clara y adecuadamente, bajo argumentos económicos de congruencia, rentabilidad y sostenibilidad”.
Agregó el CEESP que dada la probabilidad y la seriedad de las consecuencias de un estancamiento económico prolongado, sería muy importante que el gobierno justificara la rentabilidad económica y social de sus prioridades emblemáticas.
Las inversiones públicas deben contar con las evaluaciones de costo beneficio social que manda la ley de presupuesto y responsabilidad hacendaria y, por el lado de los programas sociales, mediante objetivos y reglas de operación y padrones claros y transparentes, y con evaluaciones de impacto independientes, rigurosas y regulares, enfatizó el organismo de la iniciativa privada.
Explicó que el adelanto de las licitaciones para acelerar el ejercicio de programas y proyectos parece una buena idea en la situación actual para impulsar la actividad.
“Pero es extraño que el gobierno esté pensando en el éxito próximo de esa estrategia cuando, no está claro aún cómo se centralizarán finalmente las compras públicas y es evidente el subejercicio presupuestario en la actualidad, tanto en compras, como en inversión pública, que en el primer semestre fue 17.3 por ciento menor en términos reales a la del mismo periodo del año pasado”.
En el caso de los proyectos de inversión que se piensan financiar con recursos sin impacto presupuestario son positivos, su alcance a nivel macroeconómico nacional es menor. De hecho, en el mejor de los casos representa solamente el 10 por cientp del paquete de 485 mil millones de pesos (mdp).
Advirtió el organismo de la iniciativa privada que en el caso de la banca de desarrollo, principal apuesta, presenta el problema de que el desembolso de los recursos dependerá, idealmente, de la demanda para financiar proyectos productivos, de vivienda o consumo.
El CEESP alertó que sería un error forzar la colocación de los recursos desde la oferta de la banca pública, pues una práctica de esta naturaleza ha sido desastrosa para el erario a lo largo en diversas experiencias en México y en otros países, concluyó.
Finalmente, especificó que las medidas tendrán un impacto del crecimiento de 0.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), con efecto de 0.25 por ciento este año y en el 2020 el restante 0.25 por ciento