México y China llegarán a las cero emisiones de gases efecto invernadero hacia el 2060, por lo que la inversión que se tendrá que hacer por el gobierno federal y el sector privado deberá invertir 6.17 billones de dólares, señaló Iniciativa Climática de México.
En la presentación del estudio Ruta Emisiones Netas Cero para México, desde sociedad civil, se especificó que si no hay esfuerzos globales y locales para evitar el incremento de la temperatura de la tierra en 1.5 grados centígrados “no habrá dinero que alcance para la adaptación” para atender y satisfacer las cuestiones derivadas del cambio climático, sostuvo el director general de la Organización No Gubernamental (ONG) Adrián Fernández Bremauntz.
Además, indicó que en esta meta nacional e internacional para evitar desastres naturales por el incremento de la temperatura se tienen acciones sensatas que permiten alcanzar las emisiones del 2030 y hacia adelante con una corrección de la política energética nacional con una sustitución acelerada de los combustibles fósiles, la sustitución de centrales eléctricas de ciclo combinado, la entrada de esquemas distribuidos en los ejidos y las casas con celdas solares, entre otras medidas.
Agregó que México y China en el 2060 se estima tendrán cero emisiones, mientras que la India lo hará en el 2070, puntualizó Fernández Bremauntz.
Señaló que se debe tener un diálogo nacional para la construcción de una matriz energética para los siguientes.
La especialista, Luisa Sierra Brozón, señaló que para lograr este objetivo se tienen 139 medidas que se aplicarían a los sectores de transporte, eléctrico, industrial, residuos, agricultura y petróleo/gas.
El director de Iniciativa de Cambio Climático de México, advirtió que si México no cumple sus compromisos internacionales de efectos de gases invernadero generará 2 clases de empresas en el territorio nacional que medirán su impacto en la huella de carbono para evitar sanciones comerciales que se reflejarán en aranceles y las empresas de producción y consumo local que utilizarán las energías fósiles, las que no podrán acceder al mercado internacional sin una sanción por no cumplir los compromisos de producción amigable con el medio ambiente.