El sector privado destacó la importancia de eliminar mensajes, políticas y cambios en las reglas que generan una debilidad en el ambiente de negocios, en el que un 45 por ciento de la economía nacional depende de las empresas.

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) enfatizó que las empresas son el principal generador de crecimiento en las economías occidentales a través de las inversiones, salarios, rentas, impuestos y otros pagos.

Las cifras más recientes del Inegi indican que en 2018 el sector privado total: empresas financieras, no financieras, hogares e instituciones sin fines de lucro generaron el 84 por ciento del valor agregado de la economía y al considerar únicamente el sector empresarial aportó el 45 por ciento del valor agregado total.

El hecho de que el crecimiento económico provenga principalmente de la capacidad de invertir del sector privado hace indispensable un ambiente de negocios en el que las empresas tengan plena certeza jurídica, de seguridad y de reglas claras y permanentes para canalizar mayores recursos en busca de hacerse más productivas y competitivas, señaló el sector privado.

“El deterioro del ambiente de negocios como consecuencia de elevados niveles de corrupción, debilidad del estado de derecho, aumento en los niveles de inseguridad e impunidad, cambios en las reglas y políticas y mensajes erráticos por parte de la autoridad han propiciado una disminución de los flujos de inversión privada, que reducen el potencial de crecimiento de México”.

Las cifras desestacionalizadas del Inegi revelaron que hasta el tercer trimestre del 2019, la última cifra disponible, la inversión privada acumuló cuatro trimestres consecutivos con variaciones anuales negativas, lo que propició que su participación en el PIB total también se redujera para ubicarse en 16.8 por ciento, siete décimas por debajo del porcentaje del mismo periodo del año previo.

No obstante, como proporción de la inversión total, la privada se ubicó en 86.4 por ciento, superior en 1.3 puntos porcentuales respecto al año anterior, debido a una disminución mayor en la inversión pública, producto de los constantes recortes de gasto para este rubro.

“Por lo anterior, es esencial promover la capacidad que tiene el sector privado para generar riqueza, vía mejores políticas públicas que generen un entorno de negocios más competitivo y amigable: entre más productivas sean las empresas, mayores aportaciones al gobierno vía impuestos”.

La búsqueda de la solución de los problemas económicos debe tener un enfoque integral con la instrumentación de cambios consideren al sector privado como el principal aliado del gobierno para alcanzar los objetivos de un crecimiento elevado y sostenido, que genere más y mejores empleos, y se traduzca en mayor bienestar para los hogares, concluyó el CEESP.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...