El paquete económico 2024 enviado al Congreso de la Unión despierta visiones mixtas y abre la puerta a una reforma fiscal por un déficit mayor ante estrategias poco creíbles para lograr los servicios y proyectos gubernamentales con calidad en los siguientes años.
Para el ejercicio fiscal del año entrante se presupuestaron ingresos por 7 billones 329 mil millones de pesos (mdp), un incremento de 58 mil mdp con respecto al cierre estimado para este año, lo que representa una variación real de 0.8 por ciento.
El paquete económico 2024 fue construido con supuestos macroeconómicos realistas en lo que se refiere al crecimiento económico, las tasas de interés, la inflación, el tipo de cambio, etc. , afirmó el documento de BBVA elaborado por el economista en jefe, Carlos Serrano, y el analista, Arnulfo Rodríguez.
Si bien el gobierno federal prevé mantener el Saldo de los RFSP constante en 48.8% del PIB entre 2024 y 2029, la estrategia que propone resulta poco creíble dado que en sus proyecciones el gasto de operación, el gasto de capital y el gasto no programable se reducirán en 1.3, 1.1 y 0.6 puntos porcentuales, respectivamente, entre 2024 y 2025.
Ante la previsible fragilidad en las finanzas públicas en los próximos años por las presiones derivadas de los programas sociales, el continuo apoyo a Pemex, el deterioro de la infraestructura debido a la falta de mantenimiento, el costo financiero de la deuda y el pago de pensiones públicas, será necesario que el siguiente gobierno federal diseñe e implemente una reforma fiscal que aumente los ingresos tributarios. Sería aún más deseable que esta reforma fuera de gran calado, buscara reducir la informalidad y contemplara una mayor eficiencia en la ejecución del gasto público.
La economista en jefe de Banco BASE, Gabriela Siller Pagaza, señaló que un alto déficit, como cualquier deuda, deberá ser pagado en el futuro y la siguiente administración deberá elevar la recaudación y/o bajar el gasto público, lo que implica una política fiscal restrictiva que frenaría el crecimiento económico.
La siguiente administración deberá plantearse desde el inicio del sexenio una reforma fiscal, con el fin de evitar una crisis en los años siguientes por unas finanzas públicas presionadas por los apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE) que destinaba 53.4 mil mdp en 2023 para el año siguiente solamente destinará 7.3 mil mdp, lo que hace pensar que podrían pasar el costo directamente a la deuda del gobierno.
Asimismo, advirtió Siller Pagaza que este mayor déficit puede implicar que el Banco de México (Banxico) mantenga por un periodo más prolongado su tasa de interés alta, inclusive podría propiciar nuevas alzas en la tasa de interés de referencia.
Consideramos altamente probable que la administración mantenga cierta estabilidad fiscal en su último año de gobierno. Podría argumentarse que es posible que la SHCP esté sobrestimando los ingresos para el próximo año, ya que crecimiento del PIB se encuentra muy por encima de nuestras previsiones y las del consenso de analistas, y la plataforma petrolera considerada es ambiciosa.
Sin embargo, podría compensarse por la posibilidad de un excedente petrolero, puesto que el
precio de la mezcla mexicana (56.7 dólares por barril) presentado está muy por debajo de lo inferido en los futuros; y por una sobrestimación del costo financiero, derivado de que se estima que las tasas de interés bajen muy poco el próximo año.
Además, México cuenta con un banco central autónomo, una sólida posición externa, y una economía
relativamente grande y diversificada. Por lo que, en ausencia de sorpresas, se vislumbra poco probable que el perfil crediticio del soberano pierda el grado de inversión el próximo año, incluso considerando la previsión de un ligero incremento en el nivel de endeudamiento.
Para el año entrante la SHCP prevé que los ingresos tributarios se ubiquen en 4 billones 941.5 mil mdp y tengan un crecimiento real de 6.1% respecto al cierre estimado para 2023 para representar el 14.4 por ciento de los ingresos respecto al PIB.
Los ingresos petroleros de un billón 048 mil 069 mdp serán inferiores en 24 por ciento por el efecto del menor precio de los hidrocarburos y la apreciación del tipo de cambio programados para el próximo año.
Con este escenario los especialistas coinciden en que la administración federal entrante enfrentará retos para aumentar los ingresos con el objetivo de atender las políticas sociales y financiar el desarrollo y crecimiento de la sociedad mexicana.