Los ejecutivos de finanzas advierten que la propuesta presidencial de pensiones dignas con un ingreso al 100 por ciento sería un retroceso que pone en riesgos los avances logrados con la reforma pensionaria del 2020 y podría mejorarse con aportaciones voluntarias patronales o del gobierno.
«La propuesta de reformar al sistema de pensiones, anunciada por el gobierno federal para lograr una pensión del 100% del salario, implica regresar a un sistema de beneficio definido, lo que representa un retroceso de 25 años y pone en riesgo los logros alcanzados”.
José Domingo Figueroa Palacios, presidente IMEF
El presidente del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social, Orlando Corona Lara, explicó que con el incremento al salario mínimo se disminuye la participación del gobierno para los empleados que reciban hasta 4 UMAs, lo que se puede mejorar por cada peso voluntario del trabajador, otro en la pensión aportado por el gobierno o por el patrón.
“En el caso de que la aportación voluntaria fuera del gobierno se requiere una reforma legal y en el caso de que los patrones no es una reforma, lo que hemos propuesto depende de la relación patrón con trabajadores, de acuerdo con las obligaciones contraídas de manera individual, con incentivos fiscales que promueve aportaciones voluntarias a sus trabajadores”.
Orlando Corona Lara, presidente del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social
Agregó que de acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro (Consar), con la reforma 2020, se podrán alcanzar tasas de reemplazo alrededor del 70 por ciento, cercana a los estándares internacionales, sin incrementar la aportación del gobierno federal y sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera de las finanzas públicas.
El presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, Víctor Manuel Herrera Espinosa, apuntó que de prosperar la iniciativa del presente López Obrador pondría presión a las finanzas públicas y la recaudación de impuestos en un año de desaceleración económica.
Figueroa Palacios apuntó que las expectativas prevalecientes anticipan un 2024 con ritmo positivo en la producción, a la vez que la inflación se mantenga bajo control, buscando lograr el “aterrizaje suave” que desean alcanzar los bancos centrales que para México se prevé una tasa de Banxico en 9.5 por ciento con un tipo de cambio de 18.50 pesos por billete verde con un crecimiento de 2.4 por ciento que incorpora las inversiones que se tengan por nearshoring que de aprovechar totalmente se podría tener un crecimiento sostenido de 5 a 6 por ciento.