El tipo de cambio peso-dólar cerró la sesión con una apreciación de 0.27 por cientoo 5.5 centavos, cotizó 20.08 pesos por dólar a pesar de que la Reserva Federal plantea una política monetaria menos acomodaticia.
El avance de la divisa mexicana fue nuevamente a la par de las divisas de países productores de materias primas, siendo la más apreciada el dólar canadiense con 0.49 por ciento, la corona noruega con 0.37 por ciento, el peso mexicano 0.27 por ciento y el rublo ruso 0.21 por ciento.
El desempeño positivo fue por los avances en precios de materias primas, en las que el precio del WTI avanzó 2.30 por ciento, cotizó 72.11 dólares por barril, el aluminio subió 3.13 por ciento, el cobre 3.55 por ciento y el níquel 2.08 por ciento.
Los precios del petróleo se incrementaron debido a que la semana pasada cayeron los inventarios de petróleo en Estados Unidos en 3.5 millones de barriles. Por su parte, los metales industriales subieron al reducirse el nerviosismo asociado con el probable impago de deuda de la inmobiliaria china Evergrande.
A pesar de la apreciación del peso y de algunas divisas de países productores de materias primas, el dólar se fortaleció frente a la mayoría de sus principales cruces.
El índice ponderado del dólar avanzó 0.15 por ciento, el mayor aumento diario desde la semana pasada, producto de la expectativa de una postura monetaria menos flexible por parte de la reserva Federal tras el comunicado de este día.
Las proyecciones económicas se ajustaron a la baja al prever un crecimiento de 5.9 por ciento en 2021, desde la proyección anterior (junio) de un crecimiento de 7.0 por ciento.
Para el 2022 el comité prevé un crecimiento de 3.8 por ciento, seguido de un avance de 2.5 por ciento en 2023. No obstante, la expectativa de inflación anual al último trimestre del 2021 se ajustó al alza desde 3.4 por ciento a 4.2 por ciento.
Con este aumento se presenta el quinto incremento consecutivo en las expectativas de inflación para el 2021 (actualizado desde el 1.6 por ciento esperado en Junio del 2020).
Los riesgos inflacionarios alimentan la expectativa de una postura menos flexible en los próximos meses.
En la actualización se muestra que 17 de los 18 funcionarios piensan que puede haber al menos un incremento en la tasa de interés en el 2023, comparado a los 13 miembros de Junio. Además, 9 de ellos creen que el movimiento puede ser en 2022, mientras que en el comunicado anterior eran 7.
Se especula que la Reserva Federal podría comenzar a subir su tasa de interés en 2022, una vez terminados los recortes al programa de compra de bonos.
El comunicado señaló que la reducción del programa de compra de bonos podría comenzar pronto.
En conferencia de prensa, el presidente de la Fed, Jerome Powell, destacó que el proceso de recorte al programa de compra de bonos podría iniciar tan pronto como la siguiente reunión del 3 de Noviembre y terminar hacia mediados del 2022.
En caso de ser así, lo anterior sería consistente con un primer incremento a la tasa de interés en la segunda mitad del 2022, siempre y cuando la recuperación del mercado laboral sea estable.
Hacia adelante se espera que el mercado cambiario siga cauteloso, siguiendo noticias sobre la inmobiliaria china Evergrande y el desempeño de otros mercados financieros, principalmente el mercado de capitales.
Mañana se publica en México la inflación de la primera quincena de Septiembre que Grupo Financiero Base estima en una tasa anual de 5.71 por ciento y una tasa quincenal de 0.27 por ciento.
En la sesión, el euro tocó un mínimo de 1.1685 y un máximo de 1.1755 dólares por euro. Por su parte, el euro peso tocó un mínimo de 23.4285 y un máximo de 23.6257 pesos por euro.
Gabriela Siller
Directora de Análisis Económico-Financiero
Banco BASE