La Asociación Mexicana de Agentes de Carga (Amacarga) estima que la respuesta mexicana a los aranceles de Trump, el Plan B, del gobierno mexicano impactará a una decena de estados en la Unión Americana.
Amacarga que encabeza Juan Pablo Pacheco consideró que además del Plan B se debe diseñar una política que fortalezca a las empresas nacionales, privilegie la proveeduría mexicana e impulse a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para fortalecer las cadenas de producción y que no solo nos conformemos con reaccionar contra las medidas de Estados Unidos
El sector apoya la decisión del gobierno de México de aplicar aranceles a los productos de Estados Unidos en respuesta directa a la medida unilateral que esa nación impuso a los productos mexicanos con un gravamen injustificado del 25 por ciento, pero demanda que haya también acciones internas para mitigar un impacto nacional.
La Asociación Mexicana de Agentes de Carga estima que la respuesta arancelaria y no arancelaria por parte de México podría impactar negativamente a 10 estados del vecino del norte: Texas, Luisiana, Michigan, Arizona Kentucky, Alabama, Misisipi, Utah, Nuevo México y Misuri, principalmente.
Es previsible que una guerra comercial también cause efectos negativos en territorio estadounidense, ya que 1.7 millones de empleos podrían perderse en esa nación por la contraofensiva mexicana en virtud de que los productores de ese país no podrán competir ante la elevación en el costo de sus insumos, concluyó el presidente de AMACARGA.
Destacó que en una guerra arancelaria “todos perdemos”, México no puede permitir que por una acción eminentemente política, la administración de Donald Trump trate de ponernos de rodillas y mucho menos vulnere la soberanía nacional, coincidieron los empresarios del sector de carga y logística internacional.