La política energética de la administración López Obrador generó desencuentros con el sector empresarial mexicano y con la ley de la industria eléctrica con las nuevas reglas, sin embargo, con la reciente visita del presidente de México a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, se anunciaron 40 mil millones de dólares en inversión para el sector energético en los siguientes 2 años.

Desde el inicio de su administración el actual presidente declaró que sería uno de los ejes la política energética con la recuperación de las industrias petrolera y eléctrica para que dejaran de ser una sangría al erario público con nulos resultados productivos.

Los resultados en la rama petrolera tendrán un impacto en las finanzas públicas relevantes porque se evitará un déficit comercial al dejar de importar más de 10 mil millones de dólares al año por las gasolinas que se compran a China y otras naciones por parte de las empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), que resulta el mayor gasto en la importación de petrolíferos.

La importación de gasolinas desde el 2007 con excepción de 2009 y 2020 rebasó los 10 mil millones de dólares cuando en el 2000 era de poco más de mil 300 mdd.

Este efecto en 2023 y 2024 cuando se prevé que el Sistema Nacional de Refinerías (SNR) procese el crudo extraido para convertirlo en gasolinas y diésel, lo que ayudará a reducir más las presiones inflacionarias por los energéticos que a la fecha se encuentran contenidas hasta en un 2 por ciento por los estímulos fiscales que se tienen contemplados en la lucha contra la inflación y que tienen un costo supeerior en la recaudación superior a los 300 mil millones de pesos para este 2022.

Los privados podrán seguir con sus importaciones si así les conviene por los altos precios del crudo y la transportación. El año pasado los privados importaron un millón 970 mil barriles de gasolina de un total de los 6 mil 050 millones de barriles, un 32 por ciento del mercado de gasolinas en México.

En el caso de la energía eléctrica la aprobación topa la participación del mercado a privados con un 46 por ciento, por lo que se encuentran las empresas privadas en negociación con la Secretaría de Gobernación (Segob) para aminorar los efectos financieros en cada una de ellas.

El gobierno reconoce la participación de los privados en los mercados energéticos, pero busca una eficiencia para las finanzas públicas también con la regulación de los mismos al evitar subsidios que benefician a las grandes empresas en detrimento del erario.

Por Miguel Ramirez

Nacido en la CDMX, egresado de la FCP y S de la UNAM. Inicie en 1992 en periodismo tecnológico y después migré a la parte económica y financiera. Aficionado a la NFL y vaquero de corazón. Otros deportes son el Basquet (Knicks), Tenis; fut de Champions League...